Bogotá.- Un mes después del atentado contra el senador y aspirante presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, quien sigue hospitalizado en estado grave, este domingo miles de personas participan en la ‘Carrera por la vida’, una jornada deportiva convocada en más de veinte ciudades del país para expresar respaldo a la familia de la víctima y exigir garantías de seguridad para los líderes políticos.
Uribe Turbay solía participar en carreras atléticas, una de «sus grandes pasiones», según su esposa, y por eso a la de este domingo los ciudadanos que promueven esta iniciativa invitaron a que la gente vista camiseta blanca como símbolo de unidad y rechazo a la violencia.
Colombia continúa sin conocer los motivos del ataque que estremeció al país y despertó una oleada de solidaridad y rechazo a la violencia.
«La Fuerza Pública, la Fiscalía y nuestros aliados internacionales estamos tras el rastro de quienes intentaron silenciar a un senador y desafiar al país entero», manifestó el sábado en X el ministro colombiano de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, enfatizando la conmoción nacional.
Víctima de la violencia desde niño
Uribe Turbay, de 39 años, recibió dos disparos en la cabeza y uno en la pierna izquierda el 7 de junio cuando encabezaba un acto de precampaña en un parque del barrio bogotano de Modelia, ataque que ha revivido entre los colombianos el fantasma de la violencia política que marcó las elecciones de 1990, en las que asesinaron a tres candidatos presidenciales.
El senador, nieto del expresidente liberal Julio César Turbay (1978–1982), ya había sufrido en carne propia la violencia pues quedó huérfano tres días antes de cumplir los cinco años de edad cuando su madre, la periodista Diana Turbay, fue asesinada el 25 de enero de 1991 por narcotraficantes del cartel de Medellín que la habían secuestrado en agosto de 1990 y reaccionaron a un intento de rescate.
El enigma de los autores
El atentado lo perpetró un sicario de 15 años, arrestado minutos después en el lugar, con una pistola Glock en su poder, y quien fue el primero de cinco capturados hasta el momento.
Al quinto arrestado, Elder José Arteaga Hernández, alias ‘el Costeño’, detenido ayer y acusado de haber planificado el crimen y de reclutar al sicario, se le considera pieza «clave» para esclarecer la autoría intelectual y establecer si el atentado estuvo relacionado con motivaciones políticas, económicas o criminales.