Sin duda alguna, no podrá ser el Chapulín Colorado, ese famoso personaje creado por Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” de tanta fama mundial en América Latina.
Esta frase es la que a gritos expresa hoy el pueblo Dominicano, «Oh y ahora quién podrá defendernos?» al ver que quienes deben defendernos de la criminalidad en las calles, son los mismos que están envueltos en cientos de casos delictivos, aún muchos sin resolver.
Si hacemos una encuesta con los dominicanos de a pie, esos que día a día se sacrifican para poder llegar a sus trabajos, escuelas, universidades, que a pesar de tener que utilizar un transporte público precario tienen que sufrir en carne viva cómo lo poco que tienen se les va en manos de delincuentes y en muchos de los casos pierden sus vidas tratando de ponerse a salvo.
El caso tan lamentable de la arquitecta Leslie Rosado enluta a su familia y a todo el pueblo Dominicano, al ver cómo una mujer, trabajadora, madre llevando en el vientre otra vida, ambos la pierden de una manera cruel y cobarde.
Pero así como Leslie, ciento de hombres y mujeres en la República Dominicana, de la clase media, o de la más pobre del país, han muerto o perdido un familiar, o algún amigo o conocido, en situaciones donde un miembro de nuestros cuerpos castrenses han estado envueltos.
Y es que duele perder a un ser querido, claro que duele, pero también duele perderlo en manos de quienes están llamados a defendernos, de esos hombres y mujeres que tienen como responsabilidad cuidar de nuestras vidas.
Pero el problema de la Policía, o la milicia en la República Dominicana no es de ahora, y como la gran mayoría lo sabe, tampoco se resuelve con paños tibios o cancelando a un director de turno para que otro siga con la misma estructura dañada desde el principio del nacimiento de esa Policía Nacional o cuerpos militares.
Y es bueno resaltar; que son instituciones que cuentan con hombres y mujeres serias, trabajadores y leales a sus instituciones, pero por un grupo pagan todos y de esta manera estamos pagando como pueblo, con sangre y dolor, perdiendo gente valiosa que no será reemplazada por más grande que sea la condena.
Hoy fue Leslie, mañana será Pedro, pasado será Rosa y así sucesivamente iremos perdiendo la batalla por un grupo pequeño de delincuentes que ya han sembrado el terror y el miedo en la población.
Si no actuamos hoy, si no cambiamos hoy, si no hacemos una policía nueva hoy, mañana será muy, pero muy, tarde.
Que descansen en Paz todas esas almas inocentes que han muerto en manos de quienes nos tienen que proteger y de esa delincuencia que cada vez crece más y se ve imposible de detener.
Emmanuel De Jesús R
