No cabe duda de que el Homo sapiens dominicano tiene en sus genes un sistema inmunológico deficiente hacia las leyes. Cada vez que se menciona una norma, los síntomas se activan y la reacción alérgica es inmediata. Podríamos llamarlo inmunodeficiencias sociales, -en un contexto social- esta disfunción se traduce en la incapacidad de la sociedad para respetar y aplicar las leyes de manera consistente. Vivimos en el reino de las leyes olvidadas. Poseemos una naturaleza muy caprichosa, acompañada de un comportamiento tibio, ya que queremos estar bien con Dios y con el diablo a la vez. Pues, en mi particular criterio, es parte de nuestra idiosincrasia.
Este 2025 entró potente con una controversia mediática que divide la nación en contra y a favor de la ministra de Interior y Policía y, como dicen en mi campo: le cayó gas a Faride Raful.
Parece un fenómeno orquestado que obedece, como en la mayoría de los casos, al interés que puedan tener grupos o individuos de que acontecimientos que les conciernen, se mantenga vigente en el mapa mental de la sociedad. Curiosamente notable es la intervención agresiva de los dueños y empleados de plataformas de redes mediáticas que buscan posicionarse como los líderes de los medios de la comunicación en el país. Y, si nos fijamos bien, detrás de la fachada monetaria que generan las viralizaciones con expresiones sociales en esas plataformas, podemos escrutar la agenda de un movimiento “político” para el 2028, disfrazada de magna tarea patriótica. Y no olvidemos que somos el espejo de una sociedad donde los memes tienen más impacto que los discursos; solo hace falta un chiste para desatar una avalancha de reacciones.
A diferencia de, por cierto, otros ministros en la mira crítica de la sociedad, rompiendo todos los estereotipos, Faride Raful es la ministra de Interior y Policía que hacía falta en el país. Acorde con las fechas simbólicas del tiempo más bullicio y de agitación del año, la ministra cumple correctamente en aplicar el “efecto Lázaro” y revive las “leyes muertas” 64-00, 287-04, 90-19 y normas ambientales de 2003 que establecen la prohibición y el nivel máximo de decibeles de 50dB de 09:00 pm a 7:00 am, leyes que descansaban en una gaveta por más de 20 años.
¿Deberíamos celebrar la impresionante capacidad de olvido o cortoplacista de la memoria del dominicano, o tal vez empezar a preocuparnos por esa amnesia conveniente que nos hace repetir los mismos errores año tras año?
La prometedora “Operación Garantía de Paz en Navidad 2024”, que dio inicio el 3 de diciembre en un acto solemne en presencia del presidente Luis Abinader junto a la ministra Raful, con más de 15,000 agentes de la Policía Nacional y 4,000 miembros de las Fuerzas Armadas al servicio de la Seguridad Ciudadana, amenaza con ser un fracaso. Sin desmedro del efecto de la ley, circulan videos en las redes sociales que exhiben un comportamiento policial cuestionable, poniendo en entredicho el entrenamiento que reciben los miembros de la Policía Nacional e incurriendo en arbitrariedades injustificadas en la aplicación de las normas.
Las leyes son puntualizaciones del poder y, sobre todo, una manifestación de la estructura de ese poder. A los funcionarios que les tiembla el pulso, que vayan a buscar otro laburo. En términos mediáticos, o se es parte de la solución o se es parte del problema. En cara a las duras críticas, hay que ser tremendamente insensato e injusto como para no apoyar al Minesterio de Interior y Policía y al COBA. Sin embargo, aplica mejorar el paradigma comunicacional y de antemano unirse al pueblo.
Con rigurosidad y con el debido amparo de la armonía socio-institucional, se puede lograr una nueva cultura de entendimiento social que, inicialmente, amerita la doctrina de programas de acompañamiento centrados en el comportamiento social de cada nación. Los prejuicios y estereotipos pueden hacer que sea más fácil pensar de manera extremista, lo cual tiende a ver los temas en términos muy sencillos, -el diálogo nunca sobra y siempre aporta -.
Para aquellos que andan con los discursos de falacias de Bukele, vale la pena resaltar la brillante personalidad chispeante de Faride Raful y sus posturas en la Cámara de Diputados, que fueron determinantes en recuperar espacios perdidos. Hoy primera mujer ministra en el Ministerio de Interior y Policía.
Como Moisés dividió las aguas del Mar Rojo al extender su brazo con el bastón que Dios le había dado, así se le abre el escenario a la ministra Faride Raful para dar la cara por un pueblo huérfano del orden, dar un golpe de timón y guiar a la sociedad dominicana al lado seguro de una convivencia ordenada.
Veo oportuno dejar esta cita del 2023, que, si no fuese por la fecha, hubiese jurado que se dijo hoy: “Ha habido críticas, pero no me han podido intimidar; seguiré trabajando por el cambio” Faride Raful