El rol de los medios de comunicación en el tema migratorio en República Dominicana
Santo Domingo.- La periodista y politóloga Rosa Escoto opinó que el tema migratorio en República Dominicana ha sido objeto de atención nacional e internacional en los últimos años. Ante esta realidad, es necesario reflexionar sobre el papel que están desempeñando los medios de comunicación en la construcción de las narrativas que circulan dentro y fuera del país.
Indicó que muchos titulares y reportajes, lejos de aportar a un debate serio y responsable, han contribuido a sembrar miedo, desinformación y una imagen distorsionada de la nación, amplificando versiones externas sin ofrecer el contexto local necesario.
¿Qué pretenden los medios?
"Algunos, conscientes del impacto emocional que genera la migración, parecen enfocar sus coberturas más en provocar tráfico, polémica y atención que en informar de manera equilibrada. Se recurre al dolor, la indignación y el morbo como herramientas para aumentar su alcance, muchas veces sacrificando la verdad", expresó Escoto.
¿Qué buscan realmente?
"Más que fortalecer un debate público sano, muchos buscan visibilidad, monetización y posicionamiento, dejando en un segundo plano la responsabilidad social que debería regir su ejercicio profesional".
¿Qué les interesa más: el país o la audiencia?
"Cuando la prioridad es maximizar la viralización, la respuesta es evidente: el interés por la audiencia supera el compromiso con el país".
Agregó que pocos medios han resaltado con objetividad que República Dominicana, como cualquier nación soberana, tiene el legítimo derecho de regular su política migratoria, proteger su frontera y, al mismo tiempo, garantizar el respeto a los derechos humanos.
"Resulta preocupante ver titulares que retratan cada deportación como si se tratara de una tragedia o una injusticia, alimentando la percepción internacional de que en República Dominicana no se respetan los derechos humanos. Esta narrativa, impulsada sin matices ni contexto, afecta seriamente la imagen de la nación y distorsiona la realidad de los esfuerzos que se hacen para manejar un tema complejo con responsabilidad", argumentó.
"Cada quien actúa en base a sus propios intereses, muchas veces sin pensar que, con la patria en peligro, ninguno de nosotros está exento. Aunque el desorden y la anarquía puedan generar titulares atractivos y aumentar la audiencia de un medio, también crean riesgos que, tarde o temprano, afectan a todos, incluidos quienes hoy lucran promoviendo el caos", manifestó Escoto.
Es indispensable entender que las malas noticias, aunque vendan, impactan negativamente a toda la sociedad, y quienes hoy las utilizan como mercancía, también sufrirán sus consecuencias.
La forma en que algunos medios manejan este tema traiciona los principios fundamentales del periodismo, cuya misión debería ser informar con rigor, promover el entendimiento y proteger el interés nacional, no sacrificarlo en busca de más clics o vistas.
Conclusiones de Rosa Escoto
República Dominicana tiene el derecho y la obligación de proteger su soberanía, su estabilidad y su imagen internacional, al tiempo que garantiza el respeto a los derechos humanos.
Por su parte, los medios de comunicación deben ser aliados de la verdad y del interés nacional, no promotores de la distorsión ni del sensacionalismo.
En tiempos donde la responsabilidad es más necesaria que nunca, la ética periodística debe prevalecer sobre el afán de protagonismo y monetización.El rol de los medios de comunicación en el tema migratorio en República Dominicana
El tema migratorio en República Dominicana ha sido objeto de atención nacional e internacional en los últimos años. Ante esta realidad, es necesario reflexionar sobre el papel que están desempeñando los medios de comunicación en la construcción de las narrativas que circulan dentro y fuera del país.
Muchos titulares y reportajes, lejos de aportar a un debate serio y responsable, han contribuido a sembrar miedo, desinformación y una imagen distorsionada de la nación, amplificando versiones externas sin ofrecer el contexto local necesario.
¿Qué pretenden los medios?
Algunos, conscientes del impacto emocional que genera la migración, parecen enfocar sus coberturas más en provocar tráfico, polémica y atención que en informar de manera equilibrada. Se recurre al dolor, la indignación y el morbo como herramientas para aumentar su alcance, muchas veces sacrificando la verdad.
¿Qué buscan realmente?
Más que fortalecer un debate público sano, muchos buscan visibilidad, monetización y posicionamiento, dejando en un segundo plano la responsabilidad social que debería regir su ejercicio profesional.
¿Qué les interesa más: el país o la audiencia?
Cuando la prioridad es maximizar la viralización, la respuesta es evidente: el interés por la audiencia supera el compromiso con el país.
Pocos medios han resaltado con objetividad que República Dominicana, como cualquier nación soberana, tiene el legítimo derecho de regular su política migratoria, proteger su frontera y, al mismo tiempo, garantizar el respeto a los derechos humanos.
Resulta preocupante ver titulares que retratan cada deportación como si se tratara de una tragedia o una injusticia, alimentando la percepción internacional de que en República Dominicana no se respetan los derechos humanos. Esta narrativa, impulsada sin matices ni contexto, afecta seriamente la imagen de la nación y distorsiona la realidad de los esfuerzos que se hacen para manejar un tema complejo con responsabilidad.
Cada quien actúa en base a sus propios intereses, muchas veces sin pensar que, con la patria en peligro, ninguno de nosotros está exento.
Aunque el desorden y la anarquía puedan generar titulares atractivos y aumentar la audiencia de un medio, también crean riesgos que, tarde o temprano, afectan a todos, incluidos quienes hoy lucran promoviendo el caos.
Es indispensable entender que las malas noticias, aunque vendan, impactan negativamente a toda la sociedad, y quienes hoy las utilizan como mercancía, también sufrirán sus consecuencias.
La forma en que algunos medios manejan este tema traiciona los principios fundamentales del periodismo, cuya misión debería ser informar con rigor, promover el entendimiento y proteger el interés nacional, no sacrificarlo en busca de más clics o vistas.