París.- Las autoridades francesas toman medidas para prevenir la llegada de los llamados «convois de la libertad» a París, surgidos en diferentes ciudades del país con la intención de confluir en la capital con su protesta contra las medidas restrictivas por la pandemia y las vacunas.
Aunque el prefecto de la capital ha prohibido cualquier concentración en la ciudad del sábado al lunes, medida validada por los tribunales, las redes sociales mantienen el llamamiento a manifestarse en París, en un movimiento que se ha inspirado en el bloqueo de Ottawa provocado por camioneros canadienses.
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Las fuerzas del orden han reforzado la seguridad en París con la llegada de nuevas unidades de policía y gendarmería, para prevenir posibles actos violentos como los que hace varios años protagonizaron los llamados «chalecos amarillos».
Muchos de los líderes de aquel movimiento, que fue perdiendo fuerza a medida que pasaron los meses, están ahora al frente de este nuevo desafío a las autoridades.
El prefecto, Didier Lallement, anunció el despliegue de 7.200 agentes, vehículos blindados y de tanquetas y material para evitar que se bloqueen ejes importantes de la ciudad.
La policía multiplicará los controles en los peajes para detectar posibles vehículos que llegaran a la capital con intención de bloquear.
La Prefectura recordó que la multa por saltarse la prohibición de manifestarse puede llegar a los seis meses de cárcel y 7.500 euros de multa para los organizadores y 135 euros para los participantes.
En paralelo, el presidente, Emmanuel Macron, hizo un llamamiento a la calma en una entrevista al diario Ouest-France, aseguró entender el cansancio de la población e indicó que se preservará el derecho a la manifestación.