Srinagar (India).- Los enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y grupos insurgentes en la Cachemira administrada por la India continuaron este viernes por tercer día consecutivo, dejando un balance de ocho muertos, cuatro de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.
Un soldado sucumbió hoy a las heridas que sufrió el pasado miércoles en un intercambio de disparos en el que fallecieron también comandantes militares y un policía de alto rango, informó a EFE un agente de la región que prefirió no dar su nombre.
En la jornada del miércoles pasado murieron también otras cuatro personas, dos de ellos de las fuerzas de seguridad y dos insurgentes, lo que lleva a ocho el total de fallecido desde entonces.
La operaciones contra la insurgencia siguen en curso en la aldea de Gadool, en el distrito Anantnag, donde ayer se registraron «intercambios intermitentes de disparos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes escondidos» y que hoy se reanudaron «tras el primer rayo de sol», agregó el agente.
Las fuerzas gubernamentales han rodeado una colina cercana a esta aldea, ubicada en una zona forestal, bajo la sospecha de que allí se estén escondiendo los insurgentes.
«La zona está siendo registrada minuciosamente después de que ayer se descubriera y destruyera un escondite de insurgentes», dijo el agente de policía.
Además las fuerzas han rodeado a dos insurgentes de la organización islámica Lashkar-e-Taiba, incluido Uzair Khan, «un terrorista local en la aldea», agregó.
El Ejército también emitió un comunicado sobre la operación contra la insurgencia en curso, informando de que tienen información de que hay dos o tres militantes escondidos en el área.
Mientras se desarrollan los combates, los ciudadanos próximos a la zona tratan de buscar refugio en aldeas cercanas, atemorizados por los continuos disparos que asolan el distrito desde el pasado miércoles.
«Ayer escuchamos explosiones ensordecedoras durante todo el día en medio de continuos disparos», dijo a EFE Amin, un residente local que logró salir del pueblo en la mañana del miércoles, antes de que la situación empeorase, y que desde entonces se refugia en casa de un amigo en una aldea cercana.
«Sólo podemos oír disparos y ver vehículos blindados del Ejército, esto es lo que todos sabemos sobre el tiroteo que se está produciendo en nuestro pueblo», dijo a EFE por su parte otro lugareño aterrorizado que no quiso dar su nombre.
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La militancia insurgente, activa desde hace más de tres décadas, quedó acorralada desde que el Gobierno nacionalista hindú del primer ministro Narendra Modi tomó el control total de Cachemira en agosto de 2019 cuando abolió el estatus de semiautonomia de la región.
Desde entonces cientos de separatistas han sido encarcelados y se ha establecido un fuerte sistema de vigilancia «para frenar las actividades antinacionales».
Las muertes el pasado miércoles del coronel del Ejército Manpreet Singh; el mayor Ashish Dhonack, y un superintendente adjunto de la policía, Humayun Bhat; suponen las bajas de más alto rango desde 2019.
