En una de las regiones más pobres y remotas de Kenia, cuarenta médicos españoles pasaron las dos últimas semanas atendiendo a unas 1.200 personas dentro del proyecto Cirugía en Turkana, que cumple veinte años de expediciones solidarias.
En el condado de Turkana «lo que hay son pacientes que traemos al hospital porque de alguna manera no van a venir nunca, viven en zonas alejadas de toda la región y no acceden a los hospitales», explicó a EFE en Nairobi Carmen Hernández, cirujana general del aparato digestivo y directora médica del proyecto.
El grupo de facultativos, que llegó el pasado 28 de enero y permanece en el país hasta este sábado, cuenta con cirujanos generales, anestesiólogos, traumatólogos, radiólogos, una micóloga, una neuróloga y estudiantes de medicina, entre otros.
Leer: Kenia pide ser miembro observador de la OEA para coordinar la misión de Haití
Se asentaron en el Hospital de Lodwar, capital del condado; en el de Kakuma, al lado del campo de refugiados homónimo; y en una clínica móvil en la zona de Nariokótome.
Turkana, que alberga el mayor lago permanente del mundo en un entorno desértico, es una zona del norte de Kenia de más de 98.000 kilómetros cuadrados con temperaturas muy altas y golpeada por la sequía.
La población, en su mayoría nómada y dedicada al pastoreo por la falta de cultivos, apenas tiene acceso a recursos sanitarios.
Además, el condado tiene una mortalidad infantil muy elevada (220 niños mueren por cada 1.000 nacimientos) y una esperanza de vida que no llega a los 55 años.
Enfermedades desatendidas
En Turkana son comunes patologías o lesiones como traumatismos por caídas, hidatidosis (parasitosis que se transmite entre animales y humanos) o micetomas, una enfermedad tropical causada por hongos o bacterias que entran en contacto con la piel a través de heridas causadas, por ejemplo, con una espina al andar descalzo.
«El otro día nos trajeron un chico de Kakuma con un traumatismo craneoencefálico por un accidente de moto, y falleció por el camino», explicó Hernández, al añadir que son «enfermedades olvidadas».
El proyecto no se centra exclusivamente en la asistencia quirúrgica, sino que también trabaja en la investigación y la docencia.
Es el caso de María Francisca Colom, profesora de microbiología especializada en micología (estudio de los hongos) en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Alicante.
Colom colabora desde 2019 con Cirugía en Turkana para promover la prevención y el diagnóstico precoz del micetoma, comúnmente conocido como «pie de Madura».
«En un entorno en el que haya asistencia sanitaria y un poco de cuidado de la salud de la gente, esto (el micetoma) no sucede», aseguró a EFE.
Es una enfermedad que no duele, por lo que las personas no consultan hasta que no pueden caminar. «Entonces -aclara Colom- ya es un problema tremendo y acaban amputados».
«Quería que le amputaran»
Teresa Espárrago, estudiante de Medicina en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, relató el día en que asistieron a un paciente de Sudán del Sur al que dispararon hacía ocho años en la guerra.
«Nos enseñó su pierna y estaba totalmente deformada, no podía caminar y era impresionante de ver (…). Quería que le amputaran y, cuando volvió a la semana siguiente, vimos que también llevaba una prótesis en el brazo que cuando se la quitó le faltaba el húmero», explicó Espárrago.
Los traumatólogos idearon la forma de amputarle la pierna y arreglarle el brazo para que en cuestión de meses «pudiese funcionar».
La campaña de 2024 finalizó este viernes por la noche con un acto en la residencia de la embajadora española en Nairobi, Cristina Díaz Fernández-Gil.
«La salud pública española está en Kenia, está en Turkana con vosotros, venís todos de hospitales públicos españoles, y el hecho de venir a una zona tan remota a traer esa salud pública es marca España», señaló Díaz.
Cirugía en Turkana nació en 2004 gracias a la iniciativa de unos cirujanos generales del Hospital Ramón y Cajal de Madrid que formaron un equipo y pusieron rumbo al Hospital de Lodwar.
Desde entonces, cada año realiza una campaña quirúrgica con el objetivo de «brindar ayuda a los que menos tienen y más lo necesitan».