París.- La modernización de los métodos de pago para personas llegadas de todo el mundo es uno de los retos para los Juegos Olímpicos de París, donde la compra de entradas, recuerdos y regalos, pero también la restauración son esenciales para todos los visitantes.
Visa, que como ‘partner’ de los Juegos Olímpicos desde 1986 tiene la exclusiva de los pagos electrónicos en las sedes olímpicas, ha puesto en marcha en París varias iniciativas para asegurar que espectadores, turistas y delegaciones deportivas puedan realizar su visita sin inconvenientes.
Con dos millones de personas visitando París estos Juegos, «Visa trae toda la infraestructura», explica Luciana Resende, responsable de Marketing de la firma para Latinoamérica y el Caribe, que considera que «ayudamos a que más gente pueda experimentar los Juegos Olímpicos».
En todo París hay 30.000 puntos de aceptación de sus tarjetas y 3.000 cajeros automáticos, además de 3.500 puntos de venta en 32 sedes olímpicas y 16 sedes paralímpicas.
Además, para quienes no tengan una tarjeta de su entidad, ha lanzado Visa Go, una aplicación que permite crear una tarjeta prepago en el teléfono que se descarga en el teléfono y que permite realizar las compras sin contacto cualquier operación.
Además, los usuarios de las tarjetas de la firma pueden acceder a promociones geolocalizables con pequeños comercios de París, tanto tiendas de todo tipo como establecimientos de hostelería, que tienen ofertas especiales.
«Se ayuda a las personas que vienen a París y también a los pequeños comercios para que sean conocidos por los turistas y los visitantes», añade Resende.
En la tienda oficial de recuerdos de los Campos Elíseos de París, donde solo se puede pagar con Visa, además de Visa Go también hay un cajero automático para extraer dinero con otra tarjeta y pagar en efectivo.
Patrocinio de atletas
La firma también ha aumentado para estos juegos el número de deportistas olímpicos que patrocina, con 147, de los que 80 son mujeres y 67 hombres. Además, 101 son olímpicos y 46 son paralímpicos, lo que favorece proporcionalmente a este segundo grupo.
Resende precisó que cada deportista recibe la misma cantidad inicial de patrocinio, publicidad aparte. Pero «todos nos dicen que lo más importante no es tanto el valor monetario» sino lo que representa, porque «les abre muchas puertas» y les da «visibilidad».
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La promoción que hacen de los deportistas se centra en el esfuerzo «no visto» pero necesario para ser un atleta olímpico, contra la idea que promueven las redes sociales de que «el éxito aparece de forma instantánea».
Como ejemplo, la haltera ecuatoriana Neisi Dajomes Barrera, medalla de oro en la categoría de 76 kilos en Tokio 2020, ha levantado en sus entrenamientos y competiciones las 70.000 toneladas del Arco de Triunfo de París, o cómo el paraciclista peruano Yuber Pichichua, que ha dado el equivalente a 20 vueltas a la Tierra.
