Barahona.- El hotel Guarocuya de Barahona tiene su historia, y este viernes el presidente Luis Abinader decidió darle un giro al entregar al Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), para que sea desde ahora un centro de capacitación de las personas que trabajarán en el desarrollo del turismo de la Perla del Sur y de toda la región.
En el lugar será instalado el Centro Tecnológico Hotel Escuela Turística Guarocuya.
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El mandatario destacó que con esta nueva infraestructura se estarían triplicando las instalaciones propias de INFOTEP y los servicios que esta importante institución realiza en el país.
Agregó que ahora Barahona va a tener estas instalaciones, no solamente para la parte hotelera, sino que también va a ayudar en la parte tecnológica porque en el desarrollo de toda el área turística se requerirá personal con estas capacidades.
El jefe de Estado indicó que se trata de un plan cohesionado que, además del desarrollo técnico y profesional, contempla las infraestructuras viales que demanda la región.
«Con la carretera que estamos construyendo desde Barahona hasta Enriquillo y de Enriquillo hasta Pedernales es una revolución en términos reales que tenemos aquí en el sur», afirmó.
El Presidente Abinader también manifestó que todos estos son planes que están trabajando para crear empleos y las infraestructuras que puedan sostener esos empleos.
Expresó que esta instalación no solamente va a tener el apoyo de INFOTEP, sino que una importante compañía hotelera también colaborará en la administración del hotel para juntos trabajar en el entrenamiento de los estudiantes.
«Nosotros, ahora con educación, con infraestructura, con empleos, cambiamos del círculo vicioso al círculo virtuoso del desarrollo», destacó.
Sobre el hotel
El Hotel Guarocuya es uno de los más emblemático lugares del sur. Este fue construido por el dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien tenía una habitación tipo suite privada de su uso personal.
Esta habitación que utilizaba Trujillo se mantiene como museo con todas sus pertenencias, pero los huéspedes no pueden alojarse en ella.
Por varios años, el lugar estuvo bajo la administración del periodista Melton Pineda, hasta que este entregó el tradicional hotel porque «incursionaría en un proyecto de villas y una casa club» en Samaná.