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Nueva York.- El dominicano José Tejada de 60 años de edad, su hijo José Tejada Junior, los hermanos Jeriel, Jael, Jonathan Fernández, Marvin y Ronny Fortuna, fueron arrestados por vender de armas de fuego y drogas frente al estadio de los Yankees, en Nueva York.
La fiscal del distrito de El Bronx, Darcel Clark y el comisionado del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), Edward A. Caban hicieron el anuncio de los arrestos en un comunicado de prensa emitido ayer miércoles.
Explicaron que los apresados usaban una furgoneta modelo Sprinter blanca que estacionaban en el área, especialmente los días en los que equipo tenía juegos en su casa.
Además de los parientes mencionados, las autoridades también arrestaron a otros miembros de una presunta narco banda entre los que figura Cristian Espinal.
Se añade que se realizaron varios allanamientos en apartamentos en El Bronx en los que se hallaron un rifle AK-47 de alto poder, $418 mil dólares, heroína, cocaína, crack y fentanilo el 17 de mayo de este año.
Cargos criminales
Los Tejada, los Fortuna y Jonathan Fernández fueron procesados el 2 de julio de 2024, ante la jueza de la Corte Suprema de El Bronx, Brenda Rivera. José Tejada Junior se encuentra en prisión preventiva.
Entre los cargos, figuran venta criminal en primer grado de una sustancia controlada, conspiración en segundo grado, venta criminal de un arma de fuego en primer grado y delitos relacionados.
Los investigadores también descubrieron que Tejada supuestamente estaba trabajando con Ronny y Marvin Fortuna quienes vendían cocaína en las proximidades del negocio. Marvin también supuestamente cocinaba, empaquetaba y distribuía cocaína desde su casa en el edificio 1875 de la avenida University, en tanto, Jeriel Fernández y Jael Fernández suministraron grandes cantidades de cocaína en polvo a Tejada Junior.
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En enero de 2024, Tejada Junior avanzó a la venta de armas de fuego y vendió un total de ocho armas a un policía encubierto.
El comisionado del NYPD dijo que “estos cargos subrayan la amenaza destructiva que las armas y drogas ilegales siguen estando presentes en las calles de la ciudad de Nueva York, así como en nuestra dedicación inquebrantable para mejorar la calidad de vida en cada vecindario. Felicito el esfuerzo del valiente oficial encubierto en este caso, y agradezco a nuestros socios en la oficina de la fiscal de distrito de El Bronx por su compromiso continuo con nuestra misión compartida de seguridad pública”.
