El Ministerio de Salud Pública (Mispas) informó la noche de este domingo que personal de las Fuerzas Armadas dominicana vigila la frontera «ante un posible brote de ántrax en Haití».
Las autoridades de Salud de Haití notificaron dos muertes y otras diez hospitalizadas tras consumir carne de res contaminada con carbunco (Ántrax) en Haití. La intoxicación ocurrió en Bayara, la primera sección comunal de Petit-Goâve.
El brote de ántrax en Haití ha generado preocupación en el gobierno dominicano. ¿Pero, que es ántrax?
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El ántrax, una enfermedad para muchos ignorada, es una realidad muy presente en países como Zambia, donde es endémica. Anualmente suele registrar un pico de casos hacia los meses de octubre y noviembre, que por lo general no evoluciona hacia un brote en animales o seres humanos.
Ahora bien, los casos de ántrax no son exclusivos del continente africano. La bacteria que produce esta afección está presente en la mayor parte del mundo en estado latente, pudiendo infectar a los animales de pastoreo cuando estos la ingieren.
UN ORIGEN BACTERIANO
Las bacterias son microorganismos unicelulares esenciales para los ecosistemas del planeta, y se reconocen como uno de los grupos de seres vivos más primitivos de la Tierra.
Así, nuestro cuerpo también está habitado por una gran cantidad de bacterias de distintos tipos, la mayoría de las cuales son benignas y necesarias para su correcto funcionamiento.
Sin embargo, una pequeña parte de bacterias son las responsables de causar enfermedades: son llamadas patogénicas y su presencia inicia un proceso de infección bacteriana que provoca la aparición de signos y síntomas de una enfermedad.
El ántrax, también llamado carbunco, es una de estas enfermedades infecciosas, causada concretamente por la bacteria Bacillus anthracis. A pesar de ser poco común, sus síntomas son graves y tiene una alta tasa de mortalidad en caso de no ser tratado.
Las bacterias causantes del ántrax son formadoras de esporas, unas estructuras muy resistentes que les permiten sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.
Se trata de una bacteria zoonótica, es decir, que se puede transmitir de animales a personas. En este caso, sus hospedadores naturales son los rumiantes de ganadería como las vacas, ovejas y cabras, y también algunos animales de caza.
Los humanos se pueden infectar a través del contacto directo con el animal enfermo o de productos provenientes de un animal infectado. Una vez que estas esporas se ingieren, inhalan o ingresan al cuerpo a través de cortes en la piel, pueden multiplicarse y producir unas toxinas sumamente potentes.
El contagio no se da entre personas y, por tanto, la prevención de la enfermedad en animales significará también la protección indirecta de la salud humana.