Redacción.- A muchas personas les gusta el sexo y muchas de ellas necesitan practicarlo en todo momento, lo cual no es malo. Muchos expertos abogan por hacerlo a diario para mejorar la salud física y mental; sin embargo, puede convertirse en una obsesión o un deseo incontrolable.
Para determinar que una persona es adicta al sexo deberá cumplir con los primeros cuatro requisitos:
- Pérdida de control sobre sus impulsos
- Experimentar el síndrome de abstinencia
- Desarrollar una fuerte dependencia psicológica
- Pérdida de interés por otras actividades
Te podría interesar: Tener sexo al aire libre es considerado una «terapia de verano»
No obstante, hay otra serie de factores que también permiten identificar cuándo una persona manifiesta síntomas propios de la adicción al sexo. Estos son:
- Irritabilidad cuando no se puede realizar la conducta
- Preocupación frecuente por la sexualidad
- Se tienen más conductas sexuales de las que se desean
- Se destina gran parte del tiempo a buscar actividades de índole sexual
- Fuerte deseo junto con incapacidad para controlarlo
¿Qué tratamiento debo de seguir?
El tratamiento a la adicción del sexo debe ser individualizado, dada la diversidad de causas que pueden dar lugar a su aparición. Los dos grupos de tratamientos más frecuentes son: farmacológico y psicoterapéutico.
El tratamiento farmacológico incluye:
- Inhibidores de la recaptación de serotonina a altas dosis.
- Antiandrógenos y bupropion.
- Topiramato y naltrexona.
El tratamiento psicoterapéutico combina la terapia cognitivo-conductual con terapia de grupo y grupos de autoayuda. Es frecuente recurrir a la terapia de pareja para reconstruir la relación dañada.
¿Qué especialista lo trata?
El psicólogo será el especialista encargado del diagnóstico y tratamiento de la adicción al sexo.