Las Águilas Cibaeñas es un equipo de béisbol profesional de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), con sede en Santiago, en la región norte de la República Dominicana. Es el segundo equipo más ganador, detrás de los Tigres del Licey, con 22 títulos nacionales y seis Series del Caribe.
El equipo, que es popular entre los fanáticos del béisbol dominicano por la frase: “La Leña Está Aquí”, se ha ganado el apodo de “Las Cuyayas” y “Los Mameyes”. Estos apodos hacen referencia a la mascota del equipo y al clásico color amarillo que usa la novena cibaeña en su uniforme oficial.
Pero hay un error que se repite años tras año, incluso en la voz de reputados cronistas deportivos: llamar a las Agulias como La Cuyaya. Este último animal no tiene el aspecto marcial que se espera del icono de este aguerrido equipo de beisbol del Cibao, porque ni siquiera pertenece a la familia de las Águilas, sino a la familia de los halcones.
La Cuyaya es un ave de rapiña que habita desde Alaska hasta América del Sur.
Son altamente adaptables a diferentes tipos de zonas, desde montañas a desiertos.
Los machos tienen un tono azul-grisáceo en las alas y las hembras tienen las alas color marrón rojizo. Llegan a medir de 24 a 30 cm, y tienen una envergadura de 51 a 61 cm de ala a ala.
Se alimenta preferentemente de roedores, anfibios, aves pequeñas, insectos y pequeños reptiles.
Hacen pareja de por vida. Ponen de 3 a 7 huevos que incuban en un periodo de 30 días. Ambos se ocupan de la incubación, aunque la hembra pasa más tiempo en el nido.
Pueden llegar a vivir más de 17 años bajo cuidado humano.
En cambio, el guaraguao es un miembro legítimo de la familia de las águilas, que mide de 45 a 65 centímetros y pesa 1,028 gramos el macho, y 1,224, la hembra. Es tan agresivo, que los cetreros que los entrenan para cazar liebres recomiendan manejarlos con mucha cautela.
Otro candidato potencial como ave emblemática de las Águilas Cibaeñas sería el gavilán, pariente cercano del guaraguao y además endémico. Pero tampoco es un «águila» impresionante. Mide de 36 a 41 centímetros y el macho pesa cerca de 260 gramos. Además, en materia de comportamiento tampoco tiene un aire imperial. Es una especie frágil que luce mucho más vulnerable que los otros miembros del género buteo.
En resumen, si usted es seguidor o fanático de Las Águilas, nunca le diga Cuyaya, porque lo está denigrando o bajando de “rango”. Por eso es mejor decir: “Las Águilas son Las Águilas”.