La glicación, un mecanismo por el cual las moléculas de azúcar afectan negativamente los tejidos de la piel, representa uno de los principales desafíos en el rostro después de celebraciones con consumo excesivo de alcohol. Según publicó el medio consultado, expertos en dermocosmética alertaron que tanto la inflamación como el endurecimiento de las fibras de colágeno afectan la estructura y el aspecto del cutis, desencadenando consecuencias visibles como arrugas tempranas y pérdida de firmeza. En este contexto, la noticia relevante señala que tras las fiestas y la ingesta de bebidas alcohólicas, la piel muestra signos evidentes de deterioro cutáneo, descrito por los especialistas como una “resaca” cutánea, que puede persistir más allá del mero malestar físico.
De acuerdo con el análisis recogido por el medio, los efectos negativos sobre la piel derivados del alcohol suelen subestimarse frente a los síntomas tradicionales de resaca, como el dolor de cabeza o el malestar general. Sin embargo, las declaraciones de Raquel González, creadora de la firma Byoode, aportan que el cutis, al igual que otros órganos, sufre las consecuencias internas de los excesos nocturnos, reflejando fatiga, hinchazón y pérdida de luminosidad. González explicó que el consumo excesivo de alcohol perjudica el proceso de descanso y, como resultado, genera un rostro apagado, con fatiga evidente y edemas que afectan el contorno facial.
El medio especializado también recogió aportes de Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, quien relacionó directamente la deshidratación experimentada tras una noche de fiesta con la evidente sequedad cutánea. Nieto afirmó en la publicación que la piel, así como el resto del organismo, manifiesta una “sed” palpable, soportando la huella visible de la falta de hidratación. Frente a este fenómeno, los expertos citados por el medio recomendaron priorizar la reposición de agua tanto por vía interna como mediante la aplicación tópica de productos formulados específicamente para este fin, como serums y mascarillas con ácido hialurónico.
Patricia Garín, responsable dermocosmética de Boutijour, declaró en el mismo medio la importancia de restaurar la hidratación y devolver el brillo natural al rostro tras episodios de deshidratación inducidos por el alcohol. Desde esta perspectiva, las formulaciones ricas en ingredientes humectantes representan una herramienta esencial para recuperar la vitalidad perdida y revertir el tono apagado asociado a la resaca cutánea.
El medio consultado también ofreció recomendaciones sobre los tratamientos cosméticos que deben evitarse en los días posteriores a un exceso de alcohol. Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, advirtió en la publicación que conviene alejarse de productos demasiado activos, como exfoliantes, peelings o ácidos fuertes. La razón consiste en que estos tratamientos pueden profundizar la inflamación y empeorar la sequedad, agravando el compromiso de la barrera cutánea. En cambio, aconsejó priorizar fórmulas que incluyan activos antiinflamatorios y calmantes, capaces de ayudar a la piel a restablecer su equilibrio antes de retomar tratamientos energizantes.
En el contexto de la búsqueda de luminosidad facial, los expertos, según reportó el medio, sugirieron inclinarse por ingredientes como péptidos iluminadores y vitamina C, a la vez que desaconsejaron el uso de ácidos potencialmente agresivos en periodos de mayor sensibilidad cutánea. Fernández sostuvo en la fuente consultada que conviene impulsar la recuperación con activos que promuevan el resplandor sin añadir factores de estrés a una piel ya alterada tras los excesos.
A largo plazo, la fuente recogió advertencias sobre los daños persistentes del alcohol en la estructura de la piel. González detalló en el medio que los productos de glicación generados por el alcohol deterioran la arquitectura interna cutánea al fragmentar las fibras de colágeno. Esta afectación lleva a una disminución progresiva de la firmeza y favorece el envejecimiento facial prematuro. Como medida de reparación, González recomendó utilizar ingredientes asociados a la protección del ADN y la regeneración cutánea, como retinoides, factores de crecimiento y péptidos, así como incluir hidroxiácidos para apoyar la renovación, pero evitando su aplicación inmediata tras jornadas de intenso consumo alcohólico.
El abordaje integral para contrarrestar la “resaca” cutánea incluye medidas que trascienden la cosmética tópica. Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, aportó en el mismo medio que la integración de suplementos nutracéuticos puede reforzar los resultados cosméticos y la recuperación del cutis. Según explicó, compuestos como el ácido hialurónico, las ceramidas y los ácidos grasos omega-3 y omega-6 contribuyen al mantenimiento de la hidratación cutánea desde el interior, actuando sobre la barrera protectora y favoreciendo la textura facial en situaciones de estrés dérmico.
Según publicó el medio, la aplicación de estrategias cosméticas inmediatas, basadas en hidratación y calmantes, debe complementarse con rutinas preventivas enfocadas en fortalecer los mecanismos defensivos de la piel a lo largo del año. Los especialistas destacaron que el éxito del proceso de recuperación depende de la adaptación de los cuidados a las señales puntuales que exhibe la piel tras los excesos, evitando intervenciones contraproducentes y priorizando acciones reparadoras tanto a corto como a largo plazo. De esta forma, el bienestar del cutis se vincula directamente con la manera en que se abordan los efectos derivados de celebraciones y hábitos festivos que involucran el consumo de alcohol.






