Los mandos de los videojuegos suelen sufrir con el paso del tiempo una gran variedad de problemas, ya sea por el tratado fuerte, por una caída, porque se mojan o por el desgaste natural. Sin embargo, los usuarios pueden resolver varias de estas situaciones desde su casa o sin gastar mucho dinero.
Ir al servicio técnico muchas veces puede ser costoso y requiere de tiempo, pero tomando los cuidados adecuados y siguiendo ciertas guías la solución puede ser mucho más sencilla sin tener la obligación de contar con todos los conocimientos.
Aquí presentamos cinco problemas comunes que sufren los controles de videojuegos y cómo resolverlos de forma casera o con un presupuesto bajo.
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Los controles sufren problemas con el tiempo, pero la solución puede estar a la mano.
Drift
Este es quizás el mayor inconveniente de los controles en la actualidad, especialmente con los Joy-Con de Nintendo Switch, que con el tiempo empiezan a moverse solos o en direcciones contrarias y afectan la experiencia de los usuarios.
La solución a este problema se puede resolver destapando el mando, teniendo en cuenta que esto hará que se pierda la garantía. Si se está dispuesto a correr ese riesgo, lo que se debe hacer es ubicar un trozo de cartón de 1 milímetro de ancho debajo del stick. Esto hará una presión en el botón y acabará con el drift.
En caso de no resolver la situación será necesario recurrir a un especialista porque la falla podría ser mucho más grande o no se hizo bien el proceso y se desajustó alguna pieza, por lo que es fundamental observar bien donde va cada una para no correr riesgos.
Botones duros o pegajosos
Es normal que en una reunión con amigos alguno derrame una bebida en un mando de videojuegos, lo que quizás no afecte su funcionamiento pero sí su rendimiento, porque hará que los botones se pongan pegajosos o duros.
Con el tiempo esta situación puede ser un problema mayor y en general usar el control no será nada cómodo. Sin embargo, la solución no es nada complicada.
Usando un hisopo o copito de algodón remojado en alcohol isopropílico se hace una limpieza en el borde de los botones afectados, tratando de que queden húmedos para luego apretarlos varia veces y que el líquido baje al resto del control para que haga la limpieza interna. El proceso se puede repetir varias veces hasta conseguir el resultado deseado.
El alcohol se evapora rápidamente, así que no va afectar al dispositivo, y al proceso se puede agregar el uso de unos mondadientes o palillos que ayuden a limpiar los bordes.
Los controls sufren problemas con el tiempo, pero la solución puede estar a la mano.
Desgaste de las gomas
Al usar un control por mucho tiempo lo más seguro es que las gomas de los sticks se rompan o se pelen. Para estos casos la mejor opción es optar por comprar unas gomas de silicona que actuarán como forro para proteger los botones y brindar el agarre necesario para jugar.
El costo de estos productos suele ser muy bajo y se pueden conseguir en cantidades grandes o con diseños que se adaptan a los gustos de cada uno.
Poca batería
El problema de todos los dispositivos móviles de la actualidad y los mandos no quedan a un lado porque usan un sistema de carga muy similar, en el caso de los de PlayStation. Por lo que el primer consejo es evitar dejarlos conectados cuando no se estén usando porque la pila se va a desgastar más rápido.
Para el caso del DualSense de PS5 venden un dispositivo que se conecta al puerto de carga y brinda cerca de 10 horas adicionales de batería inalámbrica sin agregar mucho peso al control.
Los mandos de Xbox funcionan con pilas, así que tienen un panorama diferente. Usar pilas recargables es una opción mucho más económica que comprar un par cada mes. Sin embargo, existe una opción adicional: las baterías recargables que se instalan con normalidad y se cargan como cualquier otro dispositivo con un cable USB a la consola.
Mejor agarre
Largas sesiones de juego pueden afectar la salud en las manos o en ocasiones el agarre que brindan los controles no es suficientemente bueno. Así que hay opciones que ayudan a mejorar esa experiencia.
Los Joy-Con de la Switch suelen ser los más incómodos de usar, por lo que usuarios y empresas han diseñado empuñaduras que permiten coger los mandos con mayor facilidad y sus precios no son muy altos porque no son productos licenciados, pero no no afectarán el rendimiento de la consola porque se añaden o se retiran sin problema.