Santo Domingo, RD. - Shadow Blow, quien le ha dado estética y ha aportado muchísimo a la banda sonora de la música urbana como productor y artista, reveló en el programa Esto No es Radio la profunda satisfacción personal que experimentó tras su participación en La Casa de Alofoke 2.
Cuando se le preguntó sobre la sensación al encontrarse con todo este éxito musical al salir de la casa, Shadow Blow hizo una emotiva declaración: “Ahí realmente primera vez que yo me siento como orgulloso de mí mismo”. Por primera vez.
Shadow explicó que: "cuando, por ejemplo, mi manager David, David Cobrate, David Jiménez, tenemos la costumbre de que cuando hacemos algo que ya funcionó, mentalmente lo abandonamos en el momento porque ya estamos enfocados en qué más vamos a hacer. Entonces, es la primera vez que yo me detuve y dije como, wow, de verdad rompiste. Porque yo que estuve ahí adentro fue que pude valorar qué tan difícil fue hacerlo".
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El artista, quien fue el productor en el estudio del reality, se sintió sorprendido y asombrado por el éxito al salir. Los palos musicales que salieron bajo su dirección están siendo un éxito, con canciones que se encuentran en el número uno a nivel mundial.
El productor enfatizó que el valor de este logro radicaba en la dificultad que implicó crear música en ese entorno. La experiencia fue una prueba o un reto personal que se propuso cumplir.
Las condiciones del estudio y el ambiente de la casa eran totalmente lo contrario a un entorno apropiado para crear música. Tenía que luchar contra las interrupciones constantes, ya que cualquiera de los muchachos entraba a interrumpir, incluso cuando estaba en una canción romántica. Además, el sonido entraba al estudio, obligándolo a parar de grabar. Shadow Blow tuvo que aprender paciencia y tolerancia, cualidades que antes no poseía en gran medida.
El momento de mayor orgullo llegó cuando, a petición de producción, hizo una lista de todas las canciones que había producido. Al ver que había creado 16 canciones, (que luego se aclaró que eran 18), exclamó: “Bárbaro, qué duro soy”.
Shadow Blow consideró que la casa le permitió aprender a trabajar y crear con personas incómodas, moldeándolas y enseñándoles con una paciencia que no tenía antes.
Este logro no solo fue personal, sino que, para los participantes, incursionar en la música bajo su dirección les cambió la vida, dándoles la oportunidad de cobrar residuales y hacer shows.






