Figura emblemática de la actuación en México, Luis Couturier dejó una marca imborrable en la industria del entretenimiento. Su fallecimiento, confirmado el 28 de febrero, representa la despedida de un actor que supo construir una trayectoria sólida en cine y televisión. Con una versatilidad admirable, participó en proyectos de gran impacto como Bardo, de Alejandro González Iñárritu, y en telenovelas de amplia aceptación como Por amar sin ley y Porque el amor manda.
La noticia fue anunciada por la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) a través de sus redes sociales, donde expresaron sus condolencias a los familiares y amigos del actor.
«A sus familiares y amigos les enviamos nuestras más sentidas condolencias de parte del Consejo Directivo y Comité de Vigilancia de la ANDI. ¡Descanse en paz!», publicó la organización.
Aunque no se han revelado las causas de su fallecimiento, se sabe que el actor enfrentó complicaciones de salud desde 2016, cuando sufrió un infarto cerebral que lo mantuvo hospitalizado por cuatro meses.
Un artista multifacético
Luis Couturier nació el 12 de abril de 1940 en la Ciudad de México. Antes de consolidarse como actor, exploró su faceta artística como caricaturista en medios como El Universal y El Diario de Jalapa. Sin embargo, en 1978 su vocación lo llevó a debutar en el cine con la película Llovizna, marcando así el inicio de una carrera llena de éxitos.
Su incursión en la televisión llegó con la serie Mamá Campanita, y desde entonces se convirtió en un actor recurrente en la pantalla chica. Con más de 40 telenovelas y 20 películas en su trayectoria, Couturier fue un pilar en la industria del entretenimiento en México.
Entre sus interpretaciones más recordadas destacan sus roles en Sortilegio y La fea más bella, donde demostró su versatilidad actoral y su capacidad para conectar con el público. Su trabajo fue reconocido en 2020 con el Premio a la Trayectoria Artística otorgado por el Fondo Nacional de las Artes, un homenaje a su contribución invaluable al cine y la televisión.
El talento artístico corría en la sangre de los Couturier. Su hermano, Miguel Couturier, también se destacó en el mundo de la actuación hasta su fallecimiento en 2012. Juntos compartieron una pasión inquebrantable por el arte, dejando una marca imborrable en la industria.
Luis Couturier será recordado no solo por su talento, sino por su entrega y amor por la actuación. Su legado seguirá vivo en cada una de sus interpretaciones, en el recuerdo de sus colegas y en el corazón de su público, que siempre lo considerará una de las grandes figuras del entretenimiento mexicano.