Un avión fabricado por Boeing que tenía como destino China fue redirigido de regreso a Estados Unidos este viernes, según datos de seguimiento de vuelos. La aeronave, que había partido hacia la planta de Zhoushan, en China, despegó sin completar su entrega y aterrizó en la isla de Guam, una escala común en vuelos transpacíficos, lo que sugiere su posible retorno a la planta original en Seattle.
La decisión se produce en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que han afectado directamente la relación del fabricante aeronáutico con el mercado asiático. La planta de finalización de Zhoushan —donde Boeing realiza las últimas verificaciones, instalación de interiores y pintado de libreas antes de entregar las aeronaves— ha estado operando bajo incertidumbre desde el inicio de la guerra comercial entre ambas potencias.
En marzo, Boeing envió tres aviones 737 MAX desde Seattle a Zhoushan, y otro más aterrizó la semana pasada. Sin embargo, la devolución del avión marca una nueva señal de interrupción en las entregas. Imágenes compartidas por entusiastas de la aviación en febrero mostraban que la aeronave llevaba los colores distintivos de Xiamen Airlines, compañía que aún no ha emitido comentarios sobre el caso.
Aunque Boeing ha evitado hacer declaraciones oficiales, fuentes del sector aseguran que la compañía y sus proveedores están asumiendo que, por ahora, no se realizarán entregas a aerolíneas chinas. Air Current, medio especializado en aviación, informó que una aerolínea china no identificada también canceló un acuerdo de arrendamiento con Boeing recientemente.
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Por su parte, ni las autoridades chinas ni el área de aduanas del país han emitido comunicados oficiales al respecto. Bloomberg News había adelantado esta semana que China podría estar considerando una prohibición de nuevas importaciones de Boeing como respuesta a los aranceles recíprocos impuestos por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
El incidente refuerza la creciente incertidumbre en torno a las relaciones comerciales bilaterales y plantea nuevos desafíos para Boeing, que enfrenta dificultades para mantener su presencia en el estratégico mercado chino.







