Fiyi, ubicado en el Pacífico Sur de Oceanía y con una población de menos de un millón de habitantes, se ha convertido en el foco de una de las epidemias del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) de crecimiento rápido, tras registrar 1.583 nuevos casos de VIH en 2024.
"Esto representa la cifra más alta en la historia del país, un aumento de 13 veces con respecto a nuestro promedio habitual de cinco años. En tan solo cinco meses se han confirmado más de 800 nuevos casos", declaró el viceministro de Salud y Servicios Médicos, Penioni Ravunawa.
Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) en 2014, el país tenía menos de 500 personas viviendo con VIH. Para 2024, esa cifra se había disparado a aproximadamente 5.900, un aumento de once veces.
"A este ritmo, podríamos superar los 3.000 casos para diciembre. Esta es una crisis nacional y no cede", agregó.
Por su parte, Sesenieli Naitala, fundador de la Red de Apoyo a los Sobrevivientes de Fiyi, que brinda apoyo a trabajadoras sexuales y consumidores de drogas, indicó a BBC que la edad de la persona más joven con VIH que ha conocido era de 10 años.
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La base de la epidemia de VIH en Fiyi es una tendencia creciente al consumo de drogas, sexo sin protección y uso compartido de agujas. Además, se trata del llamado 'bluetoothing' o 'hotspotting', término que se refiere a una práctica en la que un consumidor de drogas intravenosas extrae su sangre después de una dosis y la inyecta a una segunda persona, que luego puede hacer lo mismo con una tercera, y así sucesivamente.
"No solo comparten agujas, también comparten sangre", comentó Kalesi Volatabu, directora ejecutiva de la organización no gubernamental Drug Free Fiyi.
Otro factor fue el 'chemsex' (acrónimo inglés que une los conceptos de química y sexo), en el que las personas consumen drogas, antes y durante las relaciones sexuales.
Además, durante los últimos 15 años, Fiyi se ha convertido en un importante centro de tráfico de metanfetamina cristalina en el Pacífico. Esto se debe en gran medida a su ubicación geográfica entre Asia Oriental y América, algunos de los mayores productores mundiales de esta droga, y Australia y Nueva Zelanda, los mercados con mayores ingresos del mundo, detalló BBC.
Mientras, las estadísticas nacionales indican que el consumo de drogas inyectables es la vía de transmisión más común, representando el 48 % de los casos. La transmisión sexual representó el 47 % de los casos, mientras que la transmisión maternoinfantil durante el embarazo y el parto fue la causa de la mayoría de los casos pediátricos.







