El presidente de EE.UU., Donald Trump, se reunió este viernes en Washington con su par de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, en lo que se erige en su primera reunión trilateral.
La primera en pronunciarse al respecto fue Sheinbaum, quien la calificó de "excelente reunión", al tiempo que publicó en redes dos fotografías. "Hablamos de la gran oportunidad que representa la Copa Mundial de Fútbol 2026 para los tres países y de la buena relación que tenemos", apuntó.
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"Acordamos seguir trabajando juntos para temas comerciales con nuestros equipos", agregó.
Los tres tienen menos de dos años gobernando sus países y se encontraron luego de encabezar el sorteo de la Copa Mundial de la FIFA 2026 que se realizó más temprano en el Centro Kennedy de Washington D.C.
Su primera conversación informal se dio precisamente en el palco de honor del lugar, mientras se desarrollaba el evento con el cual se conocieron los grupos del magno evento deportivo.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, citadas por el diario mexicano El Universal, Trump y Sheinbaum se reunieron antes en un ambiente cordial para tratar la cooperación económica, la seguridad fronteriza y la coordinación para la organización del Mundial.
Previamente, Trump le dijo a la cadena TV Azteca que tanto México como Canadá están "ayudando a establecer récords" en la venta de boletos para el Mundial. "Se han unido muy bien", añadió en relación a la organización.
Antes de su viaje, el pasado miércoles, Sheinbaum comentó que el sorteo era "un buen momento" para que estuvieran juntos, como señal de que América del Norte y su compromiso comercial "siguen adelante".
'Tira y afloja'
La relación entre Trump, quien asumió nuevamente la Presidencia en enero pasado, y Sheinbaum, que llegó al poder en octubre de 2024, ha estado marcada por roces, pero a su vez por conversaciones afables. Ello se ha generado principalmente por las políticas económicas, antiinmigrantes y de combate al narcotráfico en las que se ha empeñado el inquilino de la Casa Blanca en su segundo mandato, que ha llevado a ambas naciones a negociar y llegar a acuerdos.
En materia económica, pese al afán de Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos, gracias a esas conversaciones las medidas se han podido aplazar. A finales de octubre, Sheinbaum informó que acordó otra prórroga de "semanas" en la negociación de la imposición de gravámenes, cuyo plazo —de 90 días— vencía el 1 de noviembre.
En su justificación por los aranceles, Trump ha acusado a México, así como a Canadá, de permitir el ingreso de "inmigrantes ilegales" y de "drogas mortales" a EE.UU., incluido el fentanilo. También, desde la Casa Blanca llegaron a denunciar que las organizaciones mexicanas de narcotraficantes han establecido "una alianza intolerable" con el Gobierno del país latinoamericano.
Pero en medio de los 'tira y afloja', Sheinbaum ha afirmado que los avances alcanzados en la relación bilateral con la Administración de Trump durante los últimos meses permitieron frenar políticas intervencionistas.
Además, en algún momento la mandataria mexicana llegó a revelar cómo es mejor negociar con Trump. "Podemos no estar de acuerdo, pero el trato es de respeto", expresó al respecto e indicó que lo importante "es no confrontar".
Por su parte, el republicano también ha tenido momentos de tensión con Carney, no solo por los habituales tópicos de economía e inmigración, sino por el anhelo de Trump de anexar Canadá a EE.UU.
"Si Canadá fuera un estado, no nos costaría nada. Sería fantástico. Sería un estado muy querido", llegó a declarar en una entrevista televisiva. Pese a esto, el primer ministro canadiense también ha sorteado las divergencias entre ellos.






