sábado, abril 27, 2024

Investigadores crean una interfaz robótica capaz de imitar la sensación humana de suavidad

Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) han desarrollado un dispositivo robótico que comprende y reproduce la percepción de suavidad de diversos materiales reales, un avance inédito en este campo que podría aplicarse para distintos usos de la medicina o la ciencia.

El dispositivo, llamado SORI (por las siglas en inglés de «interfaz de renderizado de suavidad»), busca llenar así muchos vacíos en sectores donde la sensación de suavidad es crítica, desde la exploración de las profundidades marinas hasta la cirugía asistida por robots.

A través de la experimentación con dos voluntarios humanos, los investigadores, liderados por la ingeniera Jamie Paik, extrajeron los parámetros de suavidad de una variedad de materiales diferentes y los asignaron al dispositivo SORI, destacó un comunicado de EPFL.

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«Nos dimos cuenta de que la suavidad que siento puede no ser la misma que la que sientes tú, debido a las diferentes formas de nuestros dedos», explica en el comunicado el estudiante de doctorado Mustafa Mete, uno de los responsables de la investigación.

Así, inspirados por esta capacidad de disociación humana, el equipo ha conseguido que SORI pueda distinguir entre dos elementos primarios de la percepción de suavidad, las señales cutáneas (retroalimentación sensorial de la piel de la yema del dedo) y las cinestésicas (retroalimentación sobre la cantidad de fuerza aplicada).

Esto es posible gracias a su composición, formada por un conjunto de juntas de origami impulsadas por un motor que pueden volverse más rígidas o flexibles y recubiertas a su vez por una membrana de silicona que se infla en distintos grados hasta envolver la punta de un dedo colocado en su centro.

Al desacoplar las señales cutáneas y cinestésicas, SORI recrea fielmente la suavidad de una variedad de materiales reales como la carne o el salmón, además de poder imitar atributos tanto suaves como firmes de materiales e incluso reproducir la sensación de un corazón que late.

«Esto no pretende actuar como un sensor de suavidad para los robots, sino transmitir la sensación de toque digitalmente, como si se enviaran fotos o música», asegura Mete.

Partiendo de esta utilidad, la EPFL prevé que SORI podrá ser de gran utilidad para campos como la medicina, permitiendo detectar tumores cancerosos o proporcionar información sensorial crucial a los cirujanos que utilizan robots para realizar operaciones.

También podría utilizarse en la exploración del espacio o de las profundidades del océano, donde podría permitir sentir la suavidad de un objeto descubierto en una ubicación remota, así como en la agricultura asistida por robots para cosechar frutas y verduras tiernas sin llegar a triturarlas.

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