Nueva York.- El Departamento de Conservación Medioambiental de Nueva York (DEC, en inglés) sacrificó la semana pasada a una ardilla famosa en redes como Instagram y TikTok, aduciendo precauciones sanitarias, y la campaña presidencial del republicano y expresidente Donald Trump ha aprovechado la situación para generar revuelo y usarla contra los demócratas.
«El mismo Gobierno que no se preocupa por cientos de miles de inmigrantes ilegales criminales que entran en nuestro país, no quiere que tengamos mascotas», afirmó el candidato republicano a la vicepresidencia J.D. Vance el domingo en un mitin en Carolina del Norte y añadió que Trump estaba «furioso» ante lo sucedido.
El DEC dijo que se había incautado de la ardilla llamada Peanut porque se había notificado a los funcionarios la existencia de una vivienda potencialmente insegura en cuestiones sanitarias, pero acabó ejecutándola -junto a un mapache llamado Fred- después de que mordiera a uno de sus agentes.
Tras esto, la campaña republicana está tratando de sembrar dudas acerca de las extralimitaciones de la Administración demócrata del actual presidente Joe Biden, así como de una eventual presidencia de Kamala Harris y de sus principios en materia animal.
«En el estado de Nueva York tenemos refugios para inmigrantes ilegales mientras se mata a mascotas inocentes», escribió este fin de semana en sus redes el congresista republicano por Nueva York Nick Langworthy.
No es la primera vez en esta campaña electoral que los republicanos utilizan a mascotas para tratar de dar un golpe de efecto en la carrera hacia la Casa Blanca.
Durante el debate de presidenciables en septiembre entre Trump y Kamala Harris, el republicano aseguró que inmigrantes haitianos estaban comiéndose perros y gatos de los vecinos de Sprinfield (Ohio).
El dueño de Peanut, Mark Longo, acusa al DEC de usar fuerza excesiva cuando acudieron a su domicilio para incautarse de la ardilla y ha prometido emprender acciones legales, cuya defensa costeará con la iniciativa #Justiceforpeanut que ha desplegado en redes y con la que ha recaudado ya 140.000 dólares.
Longo y Peanut llevaban juntos siete años y los videos de sus aventuras le habían granjeado al dueño más de 500.000 seguidores en Instagram. Tras ser sacrificada, el perfil de la ardilla ha aumentado en otros 200.000 seguidores.