Roma.- El presidente de Argentina, Javier Milei, mantendrá mañana un primer encuentro con el papa Francisco, al que criticó abiertamente en la campaña electoral, y mientras llega ese momento ha empezado a visitar Roma, pasando por el famoso Coliseo.
El mandatario argentino, en su segundo viaje al extranjero tras su paso por el Foro de Davos, llegó a Roma procedente de Israel a primera hora de la tarde del viernes sin especificar en su agenda oficial qué haría los dos primeros días en la Ciudad Eterna.
Sin embargo, por la noche visitó el monumento por excelencia de la capital, el Anfiteatro Flavio o Coliseo, vacío de turistas y junto a su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, con quien se inmortalizó en una foto en sus redes sociales.
Por otro lado, según reconocen fuentes diplomáticas, hubo un cambio de última hora con su alojamiento romano.
Milei y su hermana debían alojarse en el edificio de la embajada argentina, un palacio frente a la imponente basílica de Santa María La Mayor en el que llegó a dormir Evita Perón en 1947, pero como no les agradaron sus estancias, finalmente optaron por hacerlo en un hotel de la prestigiosa Vía Véneto.
El primer acto oficial de su viaje será la canonización mañana de la primera santa argentina, la laica María Antonia de San José Paz y Figueroa, conocida como «Mama Antula», en una misa en la basílica de San Pedro del Vaticano a las 9:30 horas locales (08:30 GMT).
Será entonces cuando Milei y el papa argentino, a quien en campaña tildó de «representante del maligno en la Tierra», mantendrán un primer contacto, con un saludo antes de la ceremonia.
El presidente estará acompañado por su hermana, su ministra de Exteriores, Diana Mondino; el titular de Interior, Guillermo Francos; la de Capital Humano, Sandra Pettovello; el secretario de Culto, Francisco Sánchez, y el embajador en Israel, Axel Wahnish.
No obstante, el momento que genera mayor expectación tendrá lugar el lunes, cuando Francisco recibirá a Milei en audiencia privada en el Palacio Apostólico, un cara a cara sobre cuya atmósfera también hablarán los gestos y minutos de reunión entre ambos.
El pontífice Bergoglio ha restado importancia a las acusaciones del ultraliberal, admitiendo que «son cosas que se dicen en campaña electoral», y de hecho fue él quien descolgó el teléfono para felicitarle tras su elección presidencial.
Sobre la mesa estará un eventual y esperado viaje de Francisco a su país natal, el primero desde su elección en 2013, así como otros muchos temas sociales como la justicia social o la defensa de la vida, cuando su partido ha presentado un proyecto de ley para derogar la ley del aborto.
El mandatario, como manda el protocolo, también se reunirá con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
Después Milei abandonará el Vaticano, un minúsculo estado independiente en el corazón de Roma, para llevar a cabo una visita oficial a Italia, país con el que Argentina mantiene históricos lazos culturales, sociales y económicos (es el país extranjero en el que residen más italianos).
El mandatario se reunirá el lunes a las 13:30 horas locales (12:30 GMT) con el presidente de la República italiano, Sergio Mattarella, en el romano Palacio del Quirinale.
Y después se verá con la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, que le ha elogiado en varias ocasiones.
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En cualquier caso, Milei, pese a encontrarse al otro lado del Océano, no se despega de la política argentina y ha arremetido contra sus opositores que no apoyaron su ‘Ley Ómnibus», advirtiendo que las reglas han cambiado.
«No vinimos acá a seguir jugando el mismo juego empobrecedor de los políticos de siempre», ni «a hacer pactos espurios en contra de los intereses de los Argentinos», dijo en una larga publicación en su cuenta de X, en la que se mantiene muy activo.