Washington.- Líderes musulmanes, cristianos y judíos encabezaron este miércoles frente la Casa Blanca una concentración para pedir el alto el fuego en Gaza y así acabar con la “vergüenza” antes de que inicie el mes sagrado del ramadán el próximo 10 u 11 de marzo en función del calendario lunar.
La concentración en Washington tuvo lugar un día después del supermartes, en el que el voto de castigo al presidente estadounidense, Joe Biden, por su apoyo a Israel y su tibia condena a la ofensiva del país sobre la Franja de Gaza llegó a rozar el 20 % en estados como Minnesota.
De la quincena de estados que celebraron primarias, los demócratas tenían la posibilidad de votar “sin compromiso” -equivalente al voto en blanco- en siete estados; en otros, como en Virginia, se alentó a la queja al mandatario votando a la candidata demócrata Marianne Williamson.
“Este edificio (la Casa Blanca) tiene mucho que ver con la matanza de personas”, sentenció bajo la lluvia la directora de la organización en defensa de los palestinos en Estados Unidos Adalah Justice Project (AJP), Sandra Tamari.
Tamari lamentó que el Gobierno estadounidense tenga dinero para “matar” y participar en guerras y no para otros ámbitos relevantes del país, entre los que destacó la asistencia sanitaria.
Te puede interesar: EEUU vuelve a lanzar alimentos sobre el norte de la Franja de Gaza
La concentración, organizada por el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR) y Christians for Ceasefire, contó con la intervención de una delegación de líderes religiosos que regresaron de visitar a políticos y ONG palestinas en Cisjordania.
Uno de ellos fue el reverendo Michael Spence, quien aseguró que el conflicto entre Israel y Hamás se trata de “una guerra de Estados Unidos” con el apoyo de “iglesias de la derecha” política y también “algunas de la izquierda que no quieren ofender” al presidente.
Por parte de CAIR, su director del departamento de asuntos gubernamentales, Robert McCaw, pidió a Alá en esta acción multireligiosa que escuche sus “ruegos y súplicas”.
“Las acciones de Israel no hablan por la gente judía”, aclaró un asistente judío ante un centenar de personas que, aun la meteorología adversa, asistieron al encuentro.
“Muchos judíos tenemos el corazón roto, esta situación pone en peligro la espiritualidad de nuestra comunidad”, añadió.
Después de recitar un poema y oraciones para mantener la fe en que una solución al conflicto es posible, los manifestantes se han acercado a la reja de la Casa Blanca para colgar una pancarta en la que se podía leer “Musulmanes-Cristianos-Judíos gritan: ¡Alto al fuego ya!”.
Desde allí, compartieron algunas reflexiones más acerca del conflicto y, a la llegada de una quincena de policías, los participantes optaron por descolgar el cartel y hacer paradas en las calles contiguas.
Biden avisó el pasado martes que la situación podría volverse “muy peligrosa” si Israel y Hamás no llegan a un acuerdo antes del inicio del Ramadán, a la vez que afirmó que “los israelíes han estado cooperando” y que Hamás recibió una “oferta razonable”.
La cita de este miércoles precedió al discurso del presidente sobre el Estado de la Unión que dará el próximo jueves por la noche en medio de un incremento de las críticas hacia él por el apoyo a Israel, pero también en una creciente preocupación por su edad y vitalidad.