Santo Domingo. – La vida de Ismeiry de Jesús, una niña de apenas 9 años, cambió para siempre el pasado 23 de marzo, cuando fue víctima de un acto de extrema violencia en el sector Cancino Adentro. Según su madre de crianza, Josefina Reyes Castillo, la pequeña fue amarrada, rociada con gasolina y quemada por dos adolescentes de 13 y 14 años, una de ellas identificada como Nashly.
“Aunque ellas dicen que no fue, la niña sí dice cómo pasó: la agarraron, la amarraron, le echaron gasolina y le prendieron fuego”, aseguró Josefina, quien también señaló que Nashly ya maltrataba frecuentemente a Ismeiry desde antes del ataque.
Ese día, la menor solo llevaba unos pañales cerca de la casa de las agresoras cuando fue interceptada. Fue un tío de una de las implicadas quien la llevó de regreso a casa, sin explicaciones, sin asumir responsabilidad. Desde entonces, reina el silencio y la impunidad.
Tres cirugías y un largo camino por delante
Ismeiry permanece ingresada en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, ya se le ha practicado tres cirugías de injerto de piel.
“Le han hecho injertos en varias partes del cuerpo. Lo más afectado fue el tórax, su carita y su espalda”, explicó Emely Florencio Mesa, voluntaria que se ha sumado a la causa tras conocer el caso en redes sociales.
Miedo, amenazas y carencias
Además del sufrimiento físico y emocional, la familia enfrenta amenazas, presuntamente de parte de familiares de una de las agresoras. Josefina asegura que Paola, tía de Nashly, se mudó tras lo ocurrido, pero no sin antes emitir advertencias a la familia afectada.
“Necesitamos que se haga justicia. Si la niña agresora no puede ir a la cárcel por ser menor de edad, que sus padres respondan por los gastos y den la cara”, expresó Josefina.
La situación económica también es crítica. La madre biológica de Ismeiry padece de autismo, y su tía y abuela —quienes la cuidan junto a Josefina— son personas mayores. A esto se suma la necesidad urgente de pañales, medicamentos y mejores condiciones de vivienda.
“La niña vive en condiciones precarias. Esto es algo que duele, algo inhumano. Necesitamos ayuda”, imploró Emely Florencio.
Un grito de auxilio y justicia
Aunque la fundación Jompéame se acercó a la familia tras la difusión del caso después que De Ultimo Minuto mostrara la realidad del caso, aún falta mucho por hacer. La familia no solo pide ayuda económica, sino que exige respuestas de las autoridades.