Santo Domingo.- A pesar de las advertencias directas sobre el deterioro del techo del Jet Set Club, Maribel Espaillat decidió no suspender la fiesta que se realizaba la noche del 7 de abril de 2025, acción que el Ministerio Público califica como una decisión negligente con consecuencias fatales.
Según el expediente acusatorio, minutos antes del colapso, Gregorio Adames Arias, exempleado del Jet Set, notificó a Maribel Espaillat sobre el desprendimiento de techo cerca de las 11:40 p.m., donde uno de los plafones cayó sobre Remberto José Durán, un cliente que se encontraba en el establecimiento.
Tras este incidente, Adames se dirigió a Maribel Espaillat, gerente del establecimiento, expresándole que debía cancelar la fiesta y está se negó, respondiendo que "no era posible, porque solo Antonio podía ordenar algo así, y este se encontraba fuera del país", permitiendo que la actividad continuara.
Finalmente, a las 12:44 a.m. del 8 de abril, mientras la orquesta de Rubby Pérez interpretaba la canción “De Color de Rosa”, el techo colapsó, provocando la muerte de 235 personas y dejando más de 180 heridos entre el público, empleados y músicos.
Este detalle del expediente refuerza la acusación del Ministerio Público, que sostiene que tanto Antonio como Maribel Espaillat actuaron con imprudencia temeraria, ignorando advertencias claras sobre la situación estructural del local y anteponiendo la realización del evento a la seguridad de cientos de personas.