Sobrevivientes al cáncer (3-4)
Asegura que, si su progenitora estuviera viva, su vida tendría otro sentido
Perder a un ser querido por una enfermedad duele, pero sentir que se fue de tu vida “antes de tiempo” por una enfermedad como el cáncer, es aún más doloroso. Así lo expresa Joaquín (nombre ficticio), quien hace varios años perdió a su madre.
“Ella tenía quistes. Después que la operaron de los quistes fue que le descubrieron el Cáncer de mamá”, relata a De Ultimo Minuto.
Expresa que sus hermanos y él se enteraron del padecimiento de su madre luego de que esta hiciera una reunión para informarles su padecimiento.
Cuenta que desde el momento que se enteró, sintió que “su mundo se había acabado”. ¿Qué voy a hacer si la doña se va?, era la pregunta más frecuente que pasaba por la mente de este joven.
Expresa que uno de los más afectados por la noticia, fue su hermano mayor porque era quien pasaba más tiempo con su progenitora.
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“Él siempre me preguntaba si mami iba a morir, y yo le respondía que la salud de ella dependía de la voluntad de Dios”.
Tras realizarse varias quimioterapias para tratar el cáncer, su madre mejoró y realizó un viaje a Tierra Santa, Jerusalén. tras cumplir este sueño y volver al país tuvo una recaída que resultó fatal para su situación. El cáncer ya había hecho metástasis.
“Nos decía que no nos pusiéramos tristes porque ella también lo estaría y que eso era un proceso normal y que si moría, estaría en un lugar mejor y que también nosotros estaríamos más tranquilos”.
Recuerda que dos días antes de la partida de su mamá, ella empezó a caminar y su condición parecía mejorar significativamente.
Su relación con Dios
“Cuando yo vi que a ella le dieron la quimio y que salió bien, afirmé con todas mis fuerzas que había un Dios. Con mi mamá fue que me di cuenta de lo temeroso que era”.
Manifestó que, con esta enfermedad, hay dos opciones, vivir o morir en el proceso.
El vacío de perder a un ser querido
Relata que el día que su madre partió, sintió que su mundo se había acabado. “Sentí un vacío grandísimo”, cuenta a De Último Minuto.
Expresa que, en los días venideros, su cuerpo no “servía” para nada porque la soledad que sentía en su corazón por la pérdida de este ser “de luz” era muy profunda.
Cuenta que pasaba todo el día depresivo porque el cáncer le quitó un pedazo de su alma.
Unión tras la muerte de su madre
A pesar del dolor que sintieron él y sus hermanos, la muerte de su progenitora los unió más. “Antes de ella morir, cada quien andaba por su lado, ahora somos as unidos”.
Define el cáncer como una enfermedad maligna que no solo destruye al enfermo sino a todo aquel que esta a su lado.
Pide a todos aquellos que tiene un familiar con este padecimiento, que tengan fe en Dios y que oren por la persona que padece. “No le den dolores de cabeza, eso lo empeora”.
