Washington.- Una alarma de incendios que saltó minutos antes de la histórica votación que el país entero esperaba o un reloj inteligente que alerta de altas pulsaciones y gritos dañinos de congresistas eufóricos. Estados Unidos ha vivido este sábado otra jornada para recordar, con invitados no esperados.
La más sonora ha sido una alarma de incendios que ha saltado mientras los congresistas estudiaban la última propuesta del presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, para evitar el cierre de Gobierno a media noche de este sábado.
Como se observa en un vídeo de una cámara de seguridad publicado hoy, el representante Jamaal Bowman, demócrata por Nueva York, activó una alarma de incendios en el edificio de oficinas The Canon, cercano a donde los legisladores han aprobado la ley que pospone 45 días el cierre del Gobierno. Parcialmente y solo por unos minutos, el edificio ha tenido que ser evacuado.
A media tarde se conocía que el Comité de Administración de la Cámara, presidido por el republicano Bryan Steil, llevará a cabo una investigación sobre por qué se activó la alarma.
Mientras, la Policía del Capitolio explicó que el edificio fue evacuado brevemente. «La investigación sobre lo que ocurrió y por qué continúa», dijo el portavoz de la policía, Paul Starks.
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La alarma se disparó al mismo tiempo que los demócratas de la Cámara de Representantes en el Capitolio estaban estudiando si aprobar el proyecto de ley para mantener al Gobierno en funcionamiento durante 45 días más.
La jefa de gabinete de Bowman, Sarah Iddrissu, confirmó en un comunicado en X (antes twitter) que el congresista, que representa el norte del Bronx y partes del condado de Westchester de Nueva York, había activado la alarma, aunque no dijo por qué ni si fue intencional.
«El congresista Bowman no se dio cuenta de que activaría la alarma del edificio mientras se apresuraba a realizar una votación urgente», escribió Iddrissu. «El congresista lamenta cualquier confusión», añadió.
Pese a que finalmente la ley fue aprobada por una mayoría de los republicanos y por casi todos los demócratas (Bowman incluido) y saldrá adelante tras la aprobación del Senado, los republicanos aprovecharon la coyuntura para acusar al congresista de querer retrasar la votación.
En la rueda de prensa tras la votación, McCarthy pidió que Bowman sea castigado y llegó a comparar la situación con los alborotadores que atacaron el edificio el 6 de enero, cuando una turba de manifestantes fanáticos del expresidente Donald Trump asaltó el Capitolio intentando evitar que se confirmara la victoria de Joe Biden.
«Cuando piensas en cómo fueron tratadas otras personas cuando entraron y quisieron cambiar el curso de lo que estaba sucediendo en el edificio», explicó, el Comité de Ética debería tomarse «en serio» la alarma contra incendios activada.
El ataque al Capitolio, uno de los sucesos más graves de la democracia estadounidense, dejó cinco muertos, al menos 140 heridos y decenas de detenidos.
La representante Nicole Malliotakis, republicana de Nueva York, redactó una moción para expulsar a Bowman de la Cámara por su «patética» acción: «Este es el Congreso de los Estados Unidos, no una escuela secundaria de la ciudad de Nueva York», escribió en X.
En un tono menos agresivo se presentó otro de los protagonistas inesperados, testigo de la frenética jornada: un reloj electrónico.
Casi dos millones de visualizaciones y centenares de comentarios ha tenido una publicación en X de la mediática congresista demócrata por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, en la que aparecen dos fotografías de su reloj inteligente con dos alertas, una sonora y otra por altas pulsaciones.
«Hoy en pocas palabras», escribió la congresista con una foto de su reloj con una alerta por frecuencia cardíaca alta. «Tu frecuencia cardíaca aumentó por encima de las 120 pulsaciones por minuto mientras parecías estar inactivo durante diez minutos», apuntaba la alerta, producida en plena discusión de la ley.
En otra foto aparece una alerta por «Ambiente ruidoso». «Los niveles de sonido alcanzaron los 90 decibelios. Unos 30 minutos a este nivel pueden provocar una pérdida auditiva temporal», apunta la alerta, que tuvo lugar en una hora cercana a la votación en la Cámara Baja, que acabó con un estruendoso aplauso de los legisladores.