Este 24 de abril República Dominicana conmemora el 59 aniversario de uno de los capítulos más trascendentales en su historia: la Guerra Civil Dominicana. Este conflicto, que tuvo lugar entre 1965 y 1966, marcó profundamente la nación y dejó un legado imborrable en su desarrollo político y social.
La Guerra Civil Dominicana fue el resultado de una serie de tensiones políticas acumuladas durante décadas. Desde la dictadura de Rafael Trujillo, que gobernó con mano de hierro desde 1930 hasta su asesinato en 1961, hasta la creciente polarización entre facciones políticas y militares, el país estaba en una situación de agitación constante.
El conflicto estalló en abril de 1965, cuando un grupo de militares leales al presidente Juan Bosch intentó restaurarlo en el poder después de que fuera derrocado en un golpe de Estado en 1963. Esta acción desencadenó una respuesta armada por parte de las fuerzas conservadoras y anticomunistas, respaldadas por los Estados Unidos, que temían una toma comunista en el país.
Durante los meses siguientes, República Dominicana se convirtió en un campo de batalla donde se libraron intensos combates entre las fuerzas leales al gobierno constitucional y las facciones rebeldes. La intervención militar estadounidense, conocida como «Operación Power Pack«, desempeñó un papel crucial en la resolución del conflicto, aunque también generó controversia y críticas.
Finalmente, en agosto de 1965, se logró un acuerdo de paz que estableció un gobierno de transición y permitió la celebración de elecciones democráticas en 1966, que llevaron al poder al candidato reformista Joaquín Balaguer.
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Este aniversario es una oportunidad para reflexionar sobre las lecciones aprendidas de ese período turbulento de la historia del país y reafirmar el compromiso con la paz, la democracia y la justicia social.