SCOTTSDALE. – El lanzador dominicano Jefry Yan se ha convertido en la gran atracción de los entrenamientos de primavera de los Rockies de Colorado, destacando no solo por su talento en el montículo, sino también por su apasionada celebración tras cada ponche, que incluye saltos y casi una split en el aire.
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Con 28 años, Yan está disfrutando de una inesperada segunda oportunidad en el béisbol profesional. Su historia es una de perseverancia y amor por el deporte. Tras iniciar su carrera en la organización de los Angelinos de Los Ángeles en 2014, su camino se vio interrumpido por una lesión en el brazo que lo llevó a someterse a una cirugía de Tommy John en 2016. Eventualmente, fue liberado de su contrato y tuvo que buscar otros medios de sustento.
Durante los siguientes tres años y medio, Yan trabajó en diversos oficios, desde la colocación de techos y jardinería hasta el reparto de mercancía, mientras seguía jugando en una liga amateur dominical en Arizona. Sin embargo, su pasión por el béisbol nunca se apagó y, gracias a su esfuerzo, logró regresar al profesionalismo.
Hoy, su entusiasmo en el montículo es inconfundible. «Nunca deseo mal a nadie ni quiero hacer que el bateador se vea mal», afirmó Yan a través de un intérprete. «Solo estoy disfrutando del béisbol».
Su energía y entrega han capturado la atención de fanáticos y compañeros de equipo por igual, lo que podría convertirlo en una pieza clave para los Rockies en la próxima temporada de Grandes Ligas. La historia de Jefry Yan es un recordatorio de que la perseverancia y la pasión pueden abrir nuevas oportunidades, incluso en los caminos más inesperados.