En una decisión histórica, el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, otorgó el perdón oficial a Pete Rose, máximo bateador en la historia de la MLB, tras más de 30 años de veto por su implicación en apuestas.
Este indulto reabre la posibilidad de que Rose, fallecido en septiembre de 2024, sea incluido en la boleta para ingresar al Salón de la Fama en 2026, cumpliendo así el anhelo que persiguió hasta sus últimos días. Aunque su solicitud de reintegración fue rechazada en varias ocasiones, esta medida representa un giro sin precedentes.
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El perdón no implica su inclusión automática en Cooperstown, pero levanta el obstáculo que impedía su nominación por la Asociación de Cronistas de Béisbol (BBWAA). La reacción en el mundo del béisbol ha sido mixta: algunos lo consideran una reivindicación justa, mientras otros siguen cuestionando su legado por haber violado una de las reglas más sagradas del deporte.
Figuras como Barry Bonds y Roger Clemens han respaldado públicamente la medida, en un contexto donde la MLB parece reevaluar castigos históricos con una óptica más conciliadora.
La exaltación de Rose podría materializarse en la ceremonia de julio de 2026, año en que la liga celebra su centenario, lo que convertiría el evento en un momento de alto simbolismo para el béisbol.