MIAMI GARDENS, Florida.— Novak Djokovic tuvo un invitado especial en su camino a la final del Abierto de Miami. Con Lionel Messi observando desde un palco, el serbio derrotó el viernes 6-2, 6-3 al búlgaro Grigor Dimitrov y se clasificó al partido decisivo del torneo Masters 1000.
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Djokovic, cuarto preclasificado, busca su séptimo título en Miami en su primera aparición en el evento desde 2019. Con 37 años, el ex número uno del mundo también persigue su título profesional número 100. Su rival en la final saldrá del duelo entre Taylor Fritz y Jakub Mensik.
En su entrevista tras el partido, Djokovic no ocultó su emoción por la presencia de Messi, estrella del Inter Miami. "Es un gran honor tener aquí a Leo y su familia. Su impacto en el deporte en los últimos 20 años ha sido inmenso", comentó el serbio, quien reveló que intercambiaron regalos en el vestuario.
El serbio no ha tenido su mejor inicio de temporada, marcado por una lesión en el Abierto de Australia y una temprana eliminación en Indian Wells. Sin embargo, en Miami ha mostrado un gran nivel, imponiéndose con autoridad a sus rivales.
El encuentro tuvo un momento tenso en el tercer juego, cuando un aficionado fue expulsado del estadio tras una discusión con Dimitrov. El juez de silla detuvo el partido y llamó a la seguridad para resolver la situación.
Dimitrov, quien venía de vencer al argentino Francisco Cerúndolo, comenzó con un quiebre de saque, pero Djokovic reaccionó con contundencia, cerrando el primer set en apenas 32 minutos. En el segundo parcial, el serbio mostró su dominio y dejó a su rival sin opciones, mejorando su historial personal contra Dimitrov a 13-1.
Djokovic, que decidió no participar en el torneo el año pasado para pasar tiempo con su familia, se mostró feliz de regresar a Miami. "Es muy especial estar aquí después de seis años de ausencia", afirmó.