Un equipo internacional de astrónomos realizó mediciones que permitieron identificar una clase de asteroides hasta ahora desconocida. Los nuevos espectros infrarrojos fueron medidos en las instalaciones del Telescopio Infrarrojo de la NASA, en el Observatorio Mauna Kea en Hawái.
Los científicos sostienen que estos pequeños cuerpos, ubicados en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter son, al igual que el planeta enano Ceres, ricos en agua.
Ceres, con un diámetro ecuatorial de aproximadamente 900 kilómetros, es el objeto más grande del cinturón de asteroides entre todos los pequeños planetas que orbitan en esta región.
«Estos son los restos de los materiales de construcción a partir de los cuales se crearon los planetas de nuestro sistema solar hace 4.500 millones de años. En estos pequeños cuerpos y sus fragmentos, los meteoritos, encontramos numerosas reliquias que apuntan directamente al proceso de formación de planetas», explicó el profesor doctor Mario Trieloff de la Universidad de Heidelberg (Alemania).
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El agua de la Tierra
Los modelos informáticos revelaron que, poco después de su creación en una región fría en el borde de nuestro sistema solar, procesos dinámicos complejos; por ejemplo, las interrupciones gravitatorias en las órbitas de planetas gigantes como Júpiter y Saturno, desplazaron estos asteroides hasta el actual cinturón de asteroides.
Los investigadores consideran que por medio de ellos el agua podría haber llegado a la Tierra cuando aún estaba en crecimiento; porque los planetas en el sistema solar interior tendían a ser áridos.
«Las mediciones astronómicas permiten la identificación de asteroides similares a Ceres con un diámetro tan pequeño como 100 km, actualmente ubicados en una región confinada entre Marte y Júpiter cerca de la órbita de Ceres», manifestó el Dr. Driss Takir, astrofísico de la NASA y líder del estudio.
Los espectros infrarrojos medidos permitieron sustentar que, al igual que Ceres, hay minerales en la superficie de los asteroides descubiertos que se originaron a partir de una interacción con agua líquida.
Muy parecidos a Ceres
La alta porosidad de estos pequeños cuerpos astronómicos es otra característica que comparten con Ceres; una indicación de que el material rocoso aún es bastante original.
«Poco después de la formación de los asteroides, las temperaturas no eran lo suficientemente altas como para convertirlos en una estructura de roca compacta; mantuvieron el carácter poroso y primitivo típico de los planetas de hielo exterior ubicados lejos del Sol», expuso el Dr. Wladimir Neumann, miembro del equipo de Trieloff. Los resultados fueron publicados en la revista Nature Astronomy.