Murcia.- Las familias de siete de los trece fallecidos el pasado domingo en el incendio de las discotecas Teatre y Fonda Milagros de Murcia (sur de España) solicitaron la repatriación de los cuerpos a sus países de origen, mientras que las otras seis descansarán en los cementerios de las localidades murcianas de Caravaca de la Cruz, Molina de Segura y la propia capital.
Así explicó este jueves la concejala de Servicios Sociales de Murcia, Pilar Torres, que hizo un balance de las actuaciones llevadas a cabo con las familias afectadas desde que se produjo el siniestro, centradas principalmente en el apoyo y la atención psicosocial.
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Hoy el juzgado de instrucción número 3 de Murcia comenzó a cursar las autorizaciones para que los familiares puedan llevarse del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la región los cuerpos de sus seres queridos fallecidos en el incendio, una vez que fueron plenamente identificados.
En cualquier caso, los cadáveres podrán permanecer en esas instalaciones durante el tiempo que requieran sus familiares, hasta que puedan decir “cuáles son sus voluntades” al respecto.
Además, el Ayuntamiento de Murcia tramitó para las familias la posibilidad de velar a sus seres queridos en el tanatorio de la pedanía murciana de Torreagüera y facilitaron alojamiento en un hotel a un total de 61 personas.
Según Torres, el consistorio ayudó también a costear nueve billetes de avión para allegados de las víctimas y se facilitaron los desplazamientos y alojamientos de familiares de las víctimas que viajaron a Murcia desde ciudades españolas.
Desde el domingo, cuando se produjo el incendio, todos los afectados recibieron atención psicosocial y acompañamiento en el momento en el que les confirmaron las identidades de los fallecidos. La concejala aseguró que este apoyo se seguirá prestando durante todo el tiempo que lo requieran los familiares.