Seúl.- El barrio de Itaewon sigue a día de hoy llorando a las víctimas de la avalancha humana que dejó durante los festejos de Halloween más de 150 muertos en este barrio de Seúl, donde se suceden vigilias, homenajes y altares improvisados.
En la plaza que da acceso a la principal de avenida del barrio, Itaewon ro, la ONG Solidaridad Popular por la Democracia Participativa convocó hoy una ceremonia para honrar a los fallecidos.
Aunque solo unas pocas decenas de personas se unieron, el evento, concebido para recordar a las víctimas pero también para dar voz a sus familiares y amigos además de a testigos de la tragedia y a los vecinos de un barrio que aún arrastra un profundo trauma, resultó muy emotivo.
Aunque muy minoritario en comparación con las vigilias que se han convocado en el centro de Seúl durante las dos últimas semanas para pedir la dimisión del presidente surcoreano, el conservador Yoon Suk-yeol, el evento de hoy se limitó a exigir responsabilidades a aquellos no previeron o no quisieron prevenir la tragedia sin ninguna connotación política.
«Han sido unos días difíciles últimamente, y cada vez que vemos las noticias o Youtube o leemos la prensa nos entra el miedo y la ansiedad», explicaba micrófono en mano una joven que perdió a su amiga en la avalancha humana.
Otro joven tomó después la palabra para leer un poema que había escrito sobre lo sucedido y el poso que ha dejado en muchos de los habitantes de Seúl.
A unos 400 metros de ahí, el callejón donde se produjo la tragedia seguía acumulando hoy centenares de ramos de flores, y ofrendas de comida y bebida, como es costumbre hacer con los fallecidos en Corea.
A la entrada de la calleja dos hombres repetían reverencias y el sutra budista que suele recitarse para los muertos, mientras que las paredes del estrecho callejón siguen coleccionando miles de mensajes adhesivos dedicados a las víctimas en diversos idiomas.
La acumulación de cientos de personas en esta vía -que tiene entre tres y cuatro metros de ancho y conecta Itaewon ro con una calle peatonal llena de bares- y zonas aledañas provocó una avalancha la noche del 29 de octubre que ha dejado 158 muertos, la mayoría mujeres entre los 20 y los 30 años, y una treintena de heridos graves, diez de los cuales aún están hospitalizados.
Tanto el ayuntamiento del distrito de Yongsan, al que pertenece Itaewon, como sus departamentos de bomberos y policía están bajo investigación ante la sospecha de que no respondieron adecuadamente cuando se produjo la tragedia y de que podrían haber ignorado llamamientos para aumentar la presencia policial en el barrio, donde cada año aumentaba el número de personas que acudían a celebrar Halloween.
