Las Vegas .– J Balvin y María Becerra dieron acento latino al arranque de la 64 edición de los premios Grammy con una actuación que puso a bailar al público reunido en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas (EE.UU.).
El colombiano y la argentina cantaron su éxito «¿Qué Más Pues?» en el primer bloque de actuaciones de la gala, que también contó con los elegantes Silk Sonic (Bruno Mars y Anderson .Paak) y la joven Olivia Rodrigo, rotunda favorita de la noche con su balada «Drivers License».
El número de J Balvin y Becerra no fue la única ocasión en la que se escuchó el español en la gala, pues luego Aymée Nuviola interpretó el clásico «La Gota Fría» desde Colombia.
En la ceremonia previa, que no se emite por televisión, cantó Mon Laferte justo antes de que se anunciaran los ganadores de las categorías reservadas a la música latina: Bad Bunny, Juanes, Álex Cuba, Rubén Blades y Vicente Fernández.
A pesar de que la música latina cuenta con sus propios premios, los Latin Grammy, un buen número de músicos hispanos lograron imponerse en las categorías generales y técnicas, como el compositor Carlos Rafael Rivera, ganador a la mejor banda sonora para medios visuales por «The Queen’s Gambit».
La variante ómicron y el aumento del número de contagios en Los Ángeles durante enero aplazaron hasta abril los Grammy, los premios más reputados del ámbito musical a nivel mundial, que se han mudado por primera vez a Las Vegas.
El nuevo recinto, con capacidad para casi 17.000 espectadores, acoge unos premios que no tienen claramente definidos a sus vencedores en las cuatro categorías principales: mejor canción del año, mejor grabación, álbum del año y mejor nuevo artista.
Todos los focos apuntan a las jovencísimas Billie Eilish y Olivia Rodrigo para alzarse con el gramófono en la categoría de álbum del año.
Aproximadamente 8 millones de personas sintonizaron el año pasado la cadena de televisión estadounidense en abierto -CBS- para la entrega de estos premios; la mitad que en 2020, alcanzando así mínimos históricos.
La Academia de la Grabación tratará de revertir la situación en esta edición que se celebra tan solo una semana después de los Óscar 2022, marcados por la polémica acerca de la bofetada de Will Smith a Chris Rock y que ha centrado la atención del público durante toda la semana.