Santiago.- A dos años del asesinato del joven Oliver Dioneiby Méndez Moya, de 19 años, familiares, amigos, vecinos y líderes comunitarios realizaron este miércoles una marcha en la autopista Joaquín Balaguer, en el puente seco del Ingenio, donde ocurrió el hecho, para exigir justicia y denunciar la falta de avances en la investigación.
Los manifestantes expresaron su indignación porque, a la fecha, los responsables del crimen cometido el 26 de septiembre de 2023 siguen en libertad, mientras la familia continúa reclamando respuestas. “Mi hijo tenía apenas 19 años y hoy lo recordamos con dolor, mientras los asesinos andan sueltos”, declaró entre lágrimas Ana Moya, madre del joven.
El padre, Juan Carlos Méndez Padilla, recordó que su hijo fue atacado a tiros por dos presuntos atracadores cuando regresaba de clases en el Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep). Lamentó que el caso permanezca sin resultados y pidió a las autoridades actuar “con firmeza” para evitar que quede en la impunidad.
La tragedia dejó marcada a la familia, ya que Oliver había dejado en la orfandad a una niña de apenas dos meses al momento de su asesinato. A ello se suma la frustración por la indiferencia que, según los parientes, ha mostrado Jhon Kelvin Escobosa, amigo y testigo principal del hecho, así como su familia.
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Los comunitarios que se unieron a la caminata advirtieron que en Santiago son frecuentes los crímenes sin resolver, por lo que temen que este caso se convierta en “otro expediente olvidado” por las autoridades judiciales.
La marcha estuvo custodiada por agentes de la policía nacional que se apostaron durante la concentración






