Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, acordó hoy en una conversación telefónica con el presidente de transición de Mali, el coronel Assimi Goita, intensificar la cooperación en materia antiterrorista, días después del sangriento atentado yihadista cometido en Moscú y condenado por Bamako.
Según el Kremlin, los mandatarios «acordaron incrementar la interacción práctica en materia antiterrorista» tras un «detallado intercambio de opiniones en el contexto de la tensa situación en la región de Sahara y el Sahel».
Goita, a su vez, «condenó decididamente el atentado terrorista en Crocus City Hall y expresó sus profundas condolencias a los rusos».
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Además, los mandatarios «debatieron los pasos futuros para fortalecer las relaciones ruso-malienses en diversas esferas, incluyendo la realización de proyectos conjuntos en la rama de la energía, la agricultura y la minería».
El presidente de transición maliense expresó su «profundo agradecimiento» a Rusia por los suministros gratis de trigo, fertilizantes y combustible a la nación africana.
Rusia, que ha admitido que el atentado en las afueras de Moscú fue perpetrado por islamistas pero insiste en buscar una «huella ucraniana», apoya al Gobierno de Mali en su guerra sin cuartel contra los grupos yihadistas locales, en particular, con el envío de mercenarios.
Mali es uno de los países más afectados por el extremismo islamista, según informó la víspera el Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo (OIET).
Según el reciente informe del Observatorio, en 2023 Mali sufrió 413 ataques islamistas que se cobraron 1.739 vidas, reivindicados por el Estado Islámico en el Khorasan (conocida como ISIS-K, la rama afgana del grupo), el mismo grupo que asumió la responsabilidad del atentado en Moscú.
