La tienda en línea de ropa china Shein se ha convertido en menos de 10 años en un imperio de la moda que actualmente vale más que gigantes del mercado de la talla de H&M e Indetex juntos. Y es que el éxito prematuro del minorista, fundado en 2008, no se debe precisamente a su conocimiento del gusto colectivo por las prendas de vestir, sino a habilidades completamente diferentes.
Xu Yangtian, director ejecutivo de Shein y uno de sus fundadores, ha logrado amasar en corto tiempo una fortuna que vale por lo menos 23.500 millones de dólares.
Actualmente, el valor neto combinado de la riqueza de las cuatro personas que hay detrás de la empresa es de casi 40.000 millones de dólares, explica Bloomberg en un reciente artículo.
En 2022, Shein fue valorada en 100,000 millones de dólares y se convirtió en la empresa de moda rápida más grande del mercado estadounidense. Además, es la marca de moda más popular en las búsquedas de Google en 113 países.
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¿Cómo es posible?
La notoriedad y la buena fortuna de Shein es fruto del modelo de negocio instaurado por sus fundadores, representantes completamente atípicos de la industria sin mucha experiencia y nada comparables con nombres venerables como Ralph Lauren, Gucci y Louis Vuitton.
En concreto, es la velocidad lo que la define y caracteriza. Sus diseñadores se inspiran en los gustos de los adolescentes occidentales y la compañía asiática reacciona casi instantáneamente a las tendencias cambiantes, y se anticipa a los gustos de sus clientes. Utiliza de forma eficiente la inteligencia artificial para satisfacer esas preferencias y vende ropa económica fabricada directamente en China, desde donde utiliza cadenas de suministro ultrarrápidas.
El ‘marketing’ en línea también ha sido un eslabón clave en el éxito de la empresa con el auge del comercio electrónico. Según Bloomberg, Shein logra identificar los artículos de mayor consumo, a través de algoritmos y datos en tiempo real, y ajusta su producción para mantener la rotación del inventario y garantizar entregas a tiempo.
Impulso inesperado
Sin embargo, su crecimiento exponencial y acelerado no habría sido posible sin las condiciones que generaron la pandemia de coronavirus en 2020. Esa nueva normalidad impulsó sus ventas entre los adolescentes y adultos jóvenes que centraron su atención en las ofertas y los bajos precios del minorista durante los periodos de cuarentenas y demás restricciones de movilidad.
El minorista ofrece una amplia gama de productos por menos de 10 dólares y los proveedores deben entregar los nuevos diseños en alrededor de 10 días, un plazo muy corto si se compara con los tiempos de entrega de otras empresas como Zara.
Aunque Shein no está obligada a compartir sus cifras financieras por tratarse de una empresa privada que además no cotiza en bolsa, los analistas de Coresight Research calculan que sus ingresos en ese año fiscal podrían haber sido de 10.000 millones de dólares, recoge The New York Times.
Al mismo tiempo, Shein ha aprovechado las redes sociales para expandir su negocio y el número de potenciales clientes. Con videos virales en TikTok y YouTube, por ejemplo, sobre cómo tener un «armario de ensueño» con poco presupuesto, ha logrado atraer audiencias de Europa y EE.UU., sus mercados dominantes. La cantidad de seguidores en la Red se eleva cada día y ha resultado ser una marca atractiva para blogueros de moda influyentes que han potencializado la popularidad de la empresa.