Quito. – El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, afrontará en la Asamblea Nacional un pedido de destitución tras doce días de protestas contra el alto costo de la vida y las políticas económicas de su Gobierno, que llevan un saldo de cinco fallecidos y más de 200 heridos.
El mandatario denunció un intento de golpe de Estado en su contra ante la activación del procedimiento de destitución presidencial, promovido por un sector de la oposición afín al expresidente Rafael Correa, pero al que también mostró su simpatía el líder indígena Leónidas Iza, principal promotor de las protestas.
Asimismo, la solicitud de destitución contra el jefe de Estado ecuatoriano estuvo presentada bajo la causal de «grave crisis política y conmoción interna» y el reglamento marca que debe debatirse en menos de 24 horas, en una sesión donde Lasso está convocado para defenderse.
Luego del debate, la Asamblea tiene hasta 72 horas para decidir si destituye al presidente, en una votación donde se necesitan dos tercios de la cámara, lo que equivale a 92 de los 137 escaños, algo complejo después de que partidos como Izquierda Democrática y el Partido Social Cristiano hayan anticipado que votarán en contra.
No obstante, de prosperar la moción, el vicepresidente asumiría la Presidencia y el Consejo Nacional Electoral (CNE), en un plazo de siete días desde publicada la resolución, convocaría para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales anticipadas.