El gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, insiste en que su país debe reducir el déficit para no asentarse como "el farolillo rojo de Europa", y eso tiene que hacerse en parte con más impuestos, pero sobre todo con un ajuste del gasto público.
"Hay que ocuparse seriamente de este asunto y no esperar más, porque cuanto más se espere más difícil será", ha subrayado este martes en una entrevista a la emisora France Inter, en la que ha insistido en que "hacen falta compromisos políticos".
En sus proyecciones macroeconómicas trimestrales publicadas el lunes, el Banco de Francia ha revisado ligeramente su previsión de crecimiento para este año, al 0,7 % (básicamente por razones técnicas), pero también ha corregido a la baja las de 2026 y 2027 (una décima cada año) al 0,9 % y al 1,1 %, respectivamente.
La razón de esa corrección a la baja es la incertidumbre política y sobre los próximos presupuestos. "Todo lo que aumenta la incertidumbre disminuye el crecimiento", ha avisado Villeroy de Galhau.
Ha hecho hincapié en que Francia no debe retrasarse en el compromiso ante sus socios del euro para rebajar el déficit en 2029 al 3 % del producto interior bruto (PIB), que es el límite de las reglas europeas porque se estima que por encima de esa cifra la deuda se incrementa.
El gobernador ha indicado que si en 2020 los intereses que Francia pagaba por su deuda eran de 30.000 millones de euros, con la dinámica de subida de tipos y de la propia deuda serán más de 100.000 millones a finales de esta década, y ése es dinero que no se puede destinar a otros usos.
El anterior Gobierno cayó el pasado día 8 al perder en el Parlamento una moción de confianza que debía servir para validar el proyecto de presupuestos para 2026 que contemplaba un ajuste del déficit de cerca de 44.000 millones de euros.
El nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, tiene como primer mandato del presidente francés, Emmanuel Macron, conseguir ampliar el apoyo parlamentario a un nuevo proyecto de presupuestos, y eso lo va a intentar sobre todo con el Partido Socialista, que pide un aumento de los impuestos a los multimillonarios con la llamada 'tasa Zucman".
Ese impuesto, diseñado por el economista Gabriel Zucman, gravaría con un 2 % el patrimonio de los que tienen bienes de más de 100 millones de euros (menos de 1.800 contribuyentes en Francia) y que tienen actualmente una fiscalidad inferior.
El gobernador del Banco de Francia ha reconocido que en la situación política actual "hacen falta medidas fiscales" para sacar adelante los presupuestos, y ha considerado que el aumento de los impuestos debería representar "un cuarto" del ajuste del déficit.
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Pero ha hecho hincapié en que "el centro de la solución es el control del gasto".
Sobre la 'tasa Zucman', Villerroy de Galhau ha afirmado que "penalizaría muy fuertemente la base de nuestra prosperidad que son nuestras mejores empresas actuales o futuras".






