El ultranacionalista Calin Georgescu, excandidato a la presidencia de Rumanía vetado por el Supremo del país, ha sido enviado a juicio, junto a otras 21 personas, por implicación en un intento de atentar contra el orden constitucional y por información falsa, informó este martes la emisora Antena3 CNN.
La Fiscalía acusa a Georgescu, ganador de la primera vuelta de las presidenciales anuladas en 2024 por supuesta injerencia rusa, de complicidad en un intento de actuar contra el orden constitucional y otros delitos, lo que puede acarrearle una pena de hasta 10 años de prisión.
Según la investigación, Georgescu y Horatio Potra, un ex mercenario de la Legión Extranjera y propietario de una empresa de seguridad que envía combatientes al Congo, habían planeado organizar acciones violentas y armadas durante para desviar el carácter pacífico de las protestas de diciembre de 2024 en Bucarest.
La estrategia pretendía, en un momento de máxima tensión política y social, alterar el orden y/o obstaculizar el ejercicio del poder estatal, afirman los investigadores.
Añaden que las acciones del grupo acusado, que incluyen entrenamiento paramilitar, propaganda coordinada y la difusión de información falsa, tenían como objetivo poner en peligro la seguridad nacional.
Potra fue detenido en diciembre cuando se dirigía a una manifestación en Bucarest junto a sus mercenarios, que iban armados con materiales pirotécnicos de alta potencia y portaban una gran cantidad de objetos peligrosos, si bien luego fue puesto en libertad y ahora está prófugo de la Justicia.
Con ya otros cuatro expedientes abiertos en su contra, entre ellos por supuesta formación de un grupo fascista y financiación ilegal de su campaña electoral, Georgescu enfrenta ya un juicio por supuesta propaganda fascista y se encuentra bajo control judicial.
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Georgescu venció en la primera vuelta de las presidenciales del 24 de noviembre de manera sorpresiva con el 23 % de los votos, pero los comicios fueron anulados a principios de diciembre debido a sospechas de interferencia rusa y financiación irregular, y se programaron nuevas elecciones para mayo.
El líder ultranacionalista partía como favorito en esos comicios pero en marzo la Autoridad Electoral Central excluyó su candidatura, una decisión ratificada poco después por el Tribunal Constitucional.






