Washington.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió este martes que los migrantes deportados por su administración son “difíciles de sustituir”, especialmente en sectores clave como la agricultura, donde desempeñan funciones que, según dijo, los ciudadanos estadounidenses no están dispuestos a realizar.
“No se pueden sustituir fácilmente”, afirmó el mandatario en una entrevista con la cadena CNBC. “La gente que vive en las ciudades no hace ese trabajo. Lo hemos intentado. No lo hacen. Estas personas (los migrantes) lo hacen de forma natural”, añadió, al referirse a los migrantes deportados como parte de su política migratoria.
El republicano reconoció que las deportaciones podrían estar afectando la economía, en especial tras la publicación del más reciente informe de empleo, que mostró una caída en 1,7 millones de empleos de extranjeros entre marzo y julio. Aunque sostuvo que su administración está “sacando criminales”, también aclaró que trabaja con los agricultores para que no se vean perjudicados por la salida masiva de migrantes deportados.
“Son una parte muy importante de este país y no vamos a hacer nada que perjudique a los agricultores”, dijo, adelantando que su gobierno prepara nuevas reglas y regulaciones para regularizar a ciertos trabajadores del campo.
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Trump incluso dejó la puerta abierta para que algunos migrantes deportados puedan regresar legalmente. “Quiero trabajar con ellos. En algunos casos, los estamos enviando de vuelta a sus países con un permiso, para que vuelvan legalmente. Y estamos haciendo cosas que son muy difíciles de hacer, pero que funcionan muy bien”, explicó.
El presidente ya había reconocido anteriormente que su política migratoria impacta sectores como la agricultura, la hotelería y el ocio. En junio, mencionó posibles ajustes para reducir los efectos negativos provocados por la expulsión masiva de migrantes deportados.
Con la presión de empresarios y agricultores por la escasez de mano de obra, el gobierno estadounidense enfrenta un complejo dilema entre su agenda migratoria y las necesidades de la economía, que aún lucha por recuperar el dinamismo laboral.






