Con la llegada del año 2024 no significa que todos loas países hayan tenido la gracia de recibirlo bajo niveles de felicidad y esperanza, como lo es el caso de Japón.
En apenas el segundo día del año, Japón ha sido tendencia mundial por los efectos provocados por el terremoto de 7,6 grados que posteriormente indujo un tsunami.
A esto se suma el choque de dos aviones, uno de la Guardia Costera y otro de un vuelo comercial en Haneda, uno de los dos aeropuertos internacionales de Tokio. Este último, produjo un importante incendio que obligó a evacuar a los 379 ocupantes del avión comercial del vuelo 516 de Japan Airlines procedente de Sapporo con el avión de los guardacostas. Según la web de seguimiento de vuelos FlightAware, el avión era un Airbus A350-900.
Uno de los motores del vuelo comercial se incendió a continuación, aunque el fuego fue sofocado después por los bomberos, mientras se procedió a cerrar todas las pistas del aeropuerto.
Hasta el momento han sido reportados como fallecidos cinco miembros de la Guardia Costera, mientras que su capitán se encuentra gravemente herido, pero con vida.
Terremoto y tsunami
La cifra de muertos por el terremoto de 7,6 grados que golpeó el primero de enero de 2024 la costa occidental del centro de Japón se ha elevado a no menos de 48 personas, según cifras compartidas por la cadena de radiotelevisión estatal NHK.
En estos momentos se presume que esta cifra pueda subir ya que pueden haber más japoneses atrapados bajo los escombros de construcciones que se derrumbaron.
La ciudad más afectada por el seísmo es la de Wajima, ubicada a unos 500 kilómetros de Tokio y situada muy cerca del epicentro del terremoto.
Este terremoto en Japón provocó el derrumbe de alrededor de 25 edificios, en su mayoría casas particulares, aumentando su impacto en una localidad de apenas 27.000 habitantes.
Entre los fallecidos se encuentran 19 víctimas en la ciudad de Wajima, 20 en Suzu, 5 en Nanao, 2 en Anamizu, 1 en Hakui y 1 en Shiga, todas ellas en la prefectura de Ishikawa, zona que ha sufrido importantes daños estructurales e incendios.
