Durante 218 años de vida republicana, Haití ha vivido diversas convulsiones que han afectado la paz de sus ciudadanos y las operaciones de sus instituciones.
La infuncionalidad de nuestro vecino es algo que nos debe preocupar a todos, principalmente a los dominicanos, ya que como país que compartimos una isla de 76.192 km cuadrados, todo lo que en la parte occidental suceda se refleja con la llegada de inmigrantes ilegales, la economía y, principalmente, en nuestra seguridad.
Haití no solo debe verse como problema para los dominicanos, es algo que globalmente puede interpretarse como el fracaso de los organismos internacionales, principalmente para la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, quienes han sido ineficientes en conseguir la estabilidad de uno de sus miembros.
Llama mucho la atención cómo un Estado ubicado a unos tres mil kilómetros de la principal potencia del mundo no ha sido intervenido. Claro, se nos olvidaba, es que Haití no produce petróleo