El Ayuntamiento de Santo Domingo Este, en alianza con juntas de vecinos, grupos comunitarios y la oficina de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (PROPEEP), aceleró este domingo el operativo de eliminación de vertederos improvisados y normalización del servicio de recogida de basura en la circunscripción 3 del municipio, donde el incumplimiento contractual de la empresa COMLURSA generó una grave crisis.
El operativo inició en la franja Norte de la circunscripción, en la comunidad de Villa Liberación, sector El Tamarindo, y se extendió a barrios aledaños que fueron sometidos a amplios períodos de descuido por parte de la empresa que había sido contratada por las gestiones anteriores a precios exorbitantes (US$32 la tonelada, cuando el más alto nacional se estima en US$26).
Una vez eliminados los vertederos improvisados, el equipo de Aseo Urbano del Ayuntamiento procedió a higienizar cada área para luego ejecutar un sistema de ruta y frecuencia que permita a las comunidades tener certeza de los días y horas en que el camión de la basura pasará a recoger los desechos.
Después de rescindir el contrato con la empresa COMLURSA, el cabildo se prepara para instalar un Nuevo Modelo de Gestión de los Residuos Sólidos, orientado a convertir en un servicio de calidad lo que por más de una década había sido tratado “solo como negocio”.
“Estamos trabajando de lunes a lunes, en alianza con el Gobierno y las comunidades. No descansaremos hasta limpiar la ciudad y entregarle a nuestra gente el servicio que exigen y merecen. Esa es la orden de nuestro alcalde Manuel Jiménez”, declaró Edgar Minyeti, director de Aseo Urbano.
El Nuevo Modelo
El Ayuntamiento de Santo Domingo Este informó que en las próximas semanas comienza a desarrollarse de forma gradual en el municipio un nuevo modelo de gestión de residuos sólidos, el cual se basará en: gestión propia y directa de parte del servicio (con flotilla de 35 camiones nuevos); instalación de un sistema de ruta y frecuencia estable y definido de forma participativa con las juntas de vecinos; eliminación del vertedero a cielo abierto instalado casi dentro del río Ozama desde el 2003; construcción, en alianza público-privada, de una planta de revalorización de los residuos sólidos, que evite llevar los desechos al lado del río Ozama o a Duquesa, y convierta la basura en energía eléctrica; gestión eficiente y transparente de los recursos del servicio, con el objetivo de superar la tradición de hacer de la basura “un sucio negocio”.