Javier Milei y Luis Caputo fueron al 10° Latam Economic Forum y parecieron intercambiar los roles: el ministro de Economía arengó a los empresarios a apostar e invertir con la promesa de que “no los vamos a defraudar”, mientras que el presidente dio pistas sobre lo que viene en el plan económico: anticipó que el Gobierno está “a 6 billones de pesos” de distancia -sobre la eliminación de pasivos del BCRA- de tener el terreno allanado para levantar el cepo cambiario.
El evento, organizado por Research for Traders y Scitus Finances a beneficio de la Fundación de Acción Social de Jabad y del hospital Gutiérrez, buscó responder dos preguntas: “Dónde estamos y hacia dónde vamos”, en un evento que guarda en cada ocasión un tono espiritual: el último acto fue la entrega como regalo a Milei de un shofar, un instrumento tradicional de la liturgia judía. Pero también estuvo marcado por una coyuntura furiosa expresada en las pantallas de los teléfonos de los asistentes. Los bonos argentinos volvieron a mostrar una caída que hizo subir el riesgo país, y ese ruido en los mercados, que ya se había registrado en mayo, volvió a dejarse ver esta semana.
El Gobierno culpó a hechos políticos como la demora en el tratamiento de la Ley Bases y, sobre todo, en la iniciativa opositora (a quienes Milei llamó “degenerados fiscales”) conjunta de dar media sanción en Diputados de una nueva fórmula jubilatoria, que con un costo fiscal de 0,43% del PBI adicional, pondría presión sobre las cuentas públicas y el objetivo del déficit cero en caso de que fuese aprobado definitivamente por el Congreso.
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Ante ese escenario, Milei dijo ante los empresarios en el Latam Economic Forum que tiene a mano un recurso que no dudará en usar: “A puro veto”, dijo, en relación a una característica del gobierno del salvadoreño Nayib Bukele. Fue, con distancia, el pasaje de su discurso que fue más celebrado por el millar de asistentes al evento organizado por el asesor financiero Darío Epstein, quien hasta el año pasado durante la campaña presidencial formó parte del círculo más cercano del ahora jefe de Estado.
El vocero presidencial Manuel Adorni, al ingresar en Parque Norte, donde tuvo lugar el evento, reiteró una idea similar. “El mercado entiende que hay una parte de la política que no quiere avanzar y eso puede traer algún ruido, pero nada que nos preocupe”, dijo ante los periodistas. “Los (inversores) extranjeros están hartos de la Argentina”, explicó por su parte el economista Ricardo Arriazu, uno que fue saludado varias veces por Milei durante su discurso. A diferencia de otros consultores, Arriazu tiene una visión general favorable del plan económico del gobierno libertario, aunque advierte que un “pequeño cambio de actitud” en lo fiscal bastaría para poner bajo tensión el programa.