Los New York Knicks cerraron este miércoles su clasificación para las semifinales del Este tras eliminar por 1-4 a los Cleveland Cavaliers, pero perdieron por lesión a un Julius Randle que se torció el tobillo izquierdo en el segundo cuarto y que ya no regresó a la pista.
Esta es la primera vez que los Knicks ganan una eliminatoria de los playoffs desde 2013, cuando cayeron ante los Indiana Pacers en las semifinales de conferencia.
Los Knicks (quintos en el Este) fueron a lo largo de la eliminatoria muy superiores a unos Cavaliers (cuartos) que no pudieron explotar el factor cancha a su favor y que cierran de forma decepcionante sus primeros playoffs con Donovan Mitchell.
La única mala noticia para los neoyorquinos este miércoles fue la lesión de Randle.
Con poco más de un minuto para el descanso, el pívot trató de taponar un tiro de Caris LeVert y se torció el tobillo izquierdo al caer sobre el pie del jugador de Cleveland.
Puedes leer: Dominicano Jasson Domínguez vuelve a tronar en Doble-A Yankees
Randle, con gestos de dolor, tardó en levantarse y posteriormente se fue cojeando al vestuario.
Aunque los Knicks dijeron que era «duda» para volver, Randle no regresó a la cancha en la segunda mitad y en el último cuarto se le vio en el banquillo visitante ya vestido de calle.
El tobillo izquierdo es el mismo que se torció en el tramo final de la temporada regular y que le obligó a perderse los últimos cinco partidos antes de volver a la pista para el primer encuentro de esta serie ante los Cavaliers.
Con la intención de clausurar la primera ronda cuanto antes, los Knicks vencieron en este quinto partido a los Cavaliers por 95-106 controlando el duelo de principio a fin y con gran autoridad.
Los New York Knicks
Seis jugadores de los de Tom Thibodeau superaron los 10 puntos con Jalen Brunson (23 tantos) y RJ Barrett (21 puntos) como máximos anotadores.
También resultaron fundamentales Immanuel Quickley saliendo desde el banquillo (19 puntos) y un Mitchell Robinson gigantesco bajo los aros (13 puntos y 18 rebotes, 11 de ellos ofensivos).
Precisamente la lucha por el rebote fue una de las parcelas en las que los Knicks cimentaron su triunfo con un dominio brutal (62 para los de Nueva York con 17 de ellos ofensivos frente a los solo 35 en total de los Cavaliers).
Los Knicks, muy concentrados en todo momento y sin ahorrar esfuerzo en ninguna jugada, sometieron a sus rivales también en los puntos en la pintura (44 frente a 34), en los puntos en segundas oportunidades (20 ante 3) y en las anotaciones al contraataque (20 contra 8).
En los Cavaliers, que tuvieron muchos problemas para descifrar la defensa de los visitantes, el principal referente en la ofensiva fue Mitchell con 28 puntos y 7 rebotes.
El español Ricky Rubio no tuvo minutos en los Cavaliers.