Boston. – Las ausencias de personal de primera línea por COVID-19 se triplicaron este mes en los hospitales de Londres y casi el 10% de los bomberos de la ciudad faltaron al trabajo por enfermedad.
En Nueva York, unos 2.700 agentes de policía faltaron esta semana, el doble de la media de agentes enfermos.
Y en Cape Cod, Massachusetts, Judy Snar dijo estar al límite, con turnos de 50 horas semanales en un supermercado y tareas adicionales a su trabajo habitual porque el comercio tiene unos 100 trabajadores cuando deberían ser 150.
“No tenemos manos suficientes. Todo el mundo trabaja tanto como puede física y mentalmente”, dijo Mashpee.
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El repunte mundial en casos de coronavirus impulsado por la variante ómicron es un nuevo golpe a hospitales; comisarías, supermercados y otros puntos críticos que luchan por mantener una plantilla completa de trabajadores de primera línea mientras la pandemia inicia su tercer año.
Los gobiernos han tomado medidas para frenar la falta de personal en empleos considerados esenciales para la sociedad; desde camioneros y conserjes a cuidadores de niños y maquinistas de tren. Pero enfermeras y otros profesionales temen que los problemas de personal continuados aumenten el riesgo para el público y el agotamiento entre estos trabajadores.
Mike Solan, un policía de Seattle que lidera el sindicato policial, dijo que su departamento tenía 300 agentes menos en un contingente de 1.350.
“Es difícil para nuestra comunidad porque estamos esperando esa petición de ayuda”, dijo. “Y además estamos en riesgo porque no tenemos los números adecuados de seguridad; para tener un entorno de trabajo seguro cuando respondemos a esa petición de ayuda”.
Personal de primera línea y su ausencia por contagios
Michelle Gonzalez, enfermera en el Centro Médico Montefiore de Nueva York, en el Bronx, dijo que en realidad, ella y sus colegas de la unidad de cuidados intensivos nunca han tenido un descanso del COVID-19, y que la llegada de ómicron sólo ha reavivado su estrés postraumático.
“Antes de trabajar tengo mucha ansiedad”, dijo. “Si he tenido dos días libres, vuelvo en pánico porque no sé lo que me voy a encontrar”.
Países como España y Gran Bretaña han reducido las cuarentenas de COVID-19 para aliviar la falta de personal; permitiendo que la gente vuelva antes al trabajo tras dar positivo o verse expuesta al virus.
Entre tanto, en Estados Unidos, estados como Massachusetts han llamado a cientos de miembros de la Guardia Nacional para ayudar a cubrir los huecos en hospitales y residencias, donde sirven comidas, trasladan pacientes y hacen otras labores no clínicas.
La alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, ha prometido vetar una legislación que repelía una subida salarial de 4 dólares la hora por riesgo para los trabajadores de comercios de alimentación, que lleva en vigencia casi un año en algunas ciudades de la costa oeste como Los Ángeles, Berkeley y Long Beach, en California.
Fuente: Agencia AP