Madrid.- Investigadores españoles han logrado diseñar nanopartículas capaces de administrar fármacos de una forma controlada y continuada y evitar así las variaciones que se producen en algunas enfermedades neurodegenerativas como el párkinson cuando el medicamento se administra de forma oral.
Lo ha logrado un equipo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, que han desarrollado una nueva metodología, basada en nanopartículas inteligentes capaces de administrar esos fármacos y liberarlos de una forma sostenida evitando así los altibajos en la concentración en la sangre, y han publicado los resultados de su trabajo en la revista Journal of Materials Chemistry.
El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo y se caracteriza fundamentalmente por la degeneración selectiva de unas neuronas (las llamadas dopaminérgicas) que conduce a la pérdida del neurotransmisor «dopamina».
La Universidad ha recordado que uno de los tratamientos habituales es la terapia con un aminoácido que actúa como precursor inmediato de la dopamina.
Sin embargo, su uso a largo plazo, junto con el modo de administración convencional en forma oral con grandes variaciones en cuanto a su concentración en sangre, está asociado a la aparición de movimientos anormales e involuntarios y complicaciones motoras en los pacientes.
Los ensayos realizados por un equipo del Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y el Departamento de Ingeniería y Procesos Químicos de la Universidad de Strathclyde (Escocia, Reino Unido), han logrado alcanzar la liberación controlada del fármaco administrado y mantenerlo así de forma prolongada en el torrente sanguíneo, evitando la generación de altibajos en su concentración.
Los resultados abren la puerta a la utilización de esta metodología para superar las complicaciones de la administración oral discontinua.
La universidad, en una nota difunda hoy, ha subrayado que algunas disciplinas científicas como la nanociencia y la nanotecnología han permitido desarrollar e investigar nanopartículas capaces de ser utilizadas como «nanovehículos» adecuados para superar las limitaciones asociadas a la administración de medicamentos más convencional.